Cultura

La sala Joaquín Eléjar acoge el estreno del drama 'Los inocentes'

  • La obra trata cuestiones como la privacidad, la culpa y el abuso Se representará todos los fines de semana de junio a las 20:00

A priori no tienen nada en común. Él es un poeta de prestigio, solitario y sin más compañía que los libros, que sufre una enfermedad terminal. Ella, una joven recién llegada a la mayoría de edad, desorientada, sin rumbo y, a fin de cuentas, una pequeña delincuente a la que los servicios sociales envían a la casa del poeta para cuidar de él como expiación de sus delitos. Dos personajes antagónicos que cuando sucumben a la compañía del otro "se dan cuenta de que su historia no son dos, si no una sola". Al menos así lo relata el periodista de Málaga Hoy y autor de la obra, Pablo Bujalance, quien explicó que a través de las conversaciones entre los personajes se abordan temas de actualidad y otros que nunca pasan de moda como la privacidad, el abuso, la culpa y, sobre todo, la noción del otro como límite y definición de uno mismo.

Inspirada en el teatro de Albert Camus, Los inocentes busca en todo momento la reacción del público, "que se interrogue qué está pasando aquí, quiénes son estos dos, pero también sobre los temas éticos que toca la obra". "Mi intención es poner al público en la tesitura de qué haría yo en una situación como esta, cómo juzgaría a los personajes, y que cada uno vea cuáles son sus propios límites éticos", comentó Bujalance. Además, toda la obra se desarrolla en un único escenario, para lo que la sala Joaquín Eléjar, del Colectivo Maynake, se transformará a partir del próximo fin de semana en el salón de la casa del poeta, gracias a la escenografía de Luis J. Barroso y Aurora Almecija. Lo más innovador, destaca el autor, es la estructura: "La narración es muy cinematográfica, está hecha a base de elipsis y de escenas que son como fogonazos y a través de las que se va viendo el desarrollo de esa relación".

Bajo la dirección de Marina Devesa, Los inocentes sitúa en escena a dos generaciones de artistas diferentes, Mel Rocher y Andrea Vargas. "Son dos maneras distintas de hacer teatro, dos actores que se han formado en Málaga pero de trayectorias diferentes", añadió Bujalance. Rocher, por su parte, destacó que no sólo le gusta experimentar nuevas personalidades y tesituras, si no que Mario, el personaje al que encarna durante cerca de una hora y media de espectáculo, es un personaje "atractivo" con el que cumple su objetivo. Vargas, en cambio, define a Laura, como un personaje "complejo, enigmático", que al mismo tiempo "va sorprendiendo a lo largo de la trama".

La representación tendrá lugar todos los fines de semana (sábados y domingos) de junio, a las 20.00, en la sala Joaquín del Colectivo Cultural Maynake. La entrada cuesta siete euros y se puede adquirir en la taquilla de este espacio. Además, con motivo del estreno, el próximo sábado 7 de junio, los responsables de la obra organizarán un coloquio con el público después de la función.

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