Cultura

Manuel Hernández Silva renueva al frente de la Filarmónica hasta 2020

  • El director mantendrá las claves de su programa con el repertorio sinfónico y se despedirá con una integral de Beethoven para celebrar el 250 aniversario del nacimiento del compositor

Manuel Hernández Silva saluda a la concertino de la Filarmónica, Andrea Sestakova, durante un concierto en el Teatro Cervantes.

Manuel Hernández Silva saluda a la concertino de la Filarmónica, Andrea Sestakova, durante un concierto en el Teatro Cervantes. / daniel pérez

La renovación de Manuel Hernández Silva como director titular de la Orquesta Filarmónica de Málaga, puesto al que se incorporó hace ahora tres años, no parecía desde hacía ya algunos meses una cuestión complicada. Algunos nubarrones sí que hubo hace un par de años, no tanto con la OFM sino con el Teatro Cervantes, sede de su temporada de abono; pero aquel trance se resolvió con la firma de un convenio que reforzaba los vínculos entre ambas instituciones y confería a la Filarmónica un papel prioritario en las actividades musicales del coso. Por lo demás, el director ha desarrollado una labor saldada con más abonados, más proyectos, un mayor protagonismo de la orquesta en la vida cultural de la ciudad, una mayor implicación de los conservatorios y una paz social notoria en el seno de la formación, así que el camino se encontraba más que allanado para la renovación del contrato de Hernández Silva, venezolano de nacimiento, austriaco de formación y español de convicción, por otros tres años, hasta el 30 de junio de 2020. El Consorcio de la OFM, integrado por el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, adoptó la decisión por unanimidad y ayer la hizo pública, con lo que ya se puede confirmar que Hernández Silva repite en Málaga como batuta el éxito que le valió de carta de presentación en la Orquesta de Córdoba. Lo que no es precisamente poco.

El propio director confirmó ayer a Málaga Hoy que el acuerdo para la renovación se desarrolló "de manera sencilla, sin grandes negociaciones. Nos sentamos, lo hablamos, decidimos seguir adelante y ya está". En la voluntad de Hernández Silva inclinada a quedarse pesaron varias cuestiones: "La orquesta tiene actualmente una estabilidad económica y laboral. Se acaba de firmar el convenio y las cuentas están saneadas en lo financiero. También ha resultado fundamental el acuerdo con el Teatro Cervantes. Mi relación con los abonados, con la Asociación de Amigos de la Orquesta y con la ciudad en general es igualmente muy buena. Incluso, a la hora de armar un coro mayor, podemos juntar los dos coros con los que trabajamos habitualmente, la Coral Cármina Nova y el Coro de Ópera, tranquilamente y sin ningún problema, y esto que parece tan sencillo en realidad no lo es tanto. Es decir, se ha trabajado mucho para conseguir objetivos que poco a poco han ido llegando y esto hace de la Filarmónica un proyecto muy atractivo. Seguir aquí es para mí un privilegio". En el debe, Hernández Silva señala sin dudarlo al auditorio como gran carencia a subsanar: "Hace poco regresé de hacer un ciclo de conciertos con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, y ha sido un gustazo poder actuar en auditorios de ciudades como Ávila, León y Valladolid. ¿Por qué no puede Málaga, siendo la ciudad que es, tener un auditorio igual?"

En cuanto a lo que a la programación de abono se refiere, Hernández Silva anuncia para los próximos años la reválida del gran repertorio sinfónico con compositores ya bien conocidos por los aficionados malagueños como Shostakovich, Bruckner, Stravinsky y Mahler, cuya Sexta sinfonía cerrará la temporada 2017/2018; pero no faltarán títulos nunca antes interpretados por la OFM, como la Cuarta sinfonía de Martinu, la Sinfonía de Josek Suk y la reescritura completa que hizo Mozart de El Mesías de Haendel. Pero quizá la temporada más especial será la que conduzca al fin del contrato de Hernández Silva como director titular de la OFM, la 2019/2020: y es que la orquesta celebrará entonces el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven con un abrumador proyecto de carácter integral que dará mucho que hablar y que reunirá las nueve sinfonías, los cinco conciertos para piano y orquesta, la Misa solemne y una versión en concierto de Fidelio, además de otras obras tanto del propio Beethoven como de otros compositores. Así que no esperen mucho Beethoven hasta entonces: mejor aguarden al gran desquite.

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