Matt Damon se convierte en el cazador cazado con el 'El soplón'
LXVI mostra de Venecia Jornada cargada de tramas políticas
La película, basada en hechos reales y dirigida por Steven Soderbergh, se presenta fuera de concurso en el certamen italiano, y representa su quinto proyecto juntos
El actor Matt Damon se convierte en el cazador cazado en el filme The Informant, película de su compatriota Steven Soderbergh que se presentó fuera de concurso en la 66 edición del Festival Internacional de Cine de Venecia.
El estadounidense protagoniza un filme basado en hechos reales y que habla de un directivo estadounidense de una empresa de productos biológicos que acumula una considerable fortuna a base de operaciones ilícitas y que es capaz de delatar y acusar falsamente a la gente de su entorno con tal de conseguir salvar su cabeza.
The Informant es la historia de Mark Whitacre, trabajador de la Archer Daniels Midland (ADM) que se hizo conocido en Estados Unidos en la década de los 90 tras saberse que había estado facilitando información al FBI en una investigación sobre fijación ilícita de precios de mercado entre varias compañías, entre ellas la suya.
El personaje, para cuya interpretación Damon ha tenido que engordar varios kilos, poco a poco irá transformando la imagen que ofrece a los demás: de un noble e, incluso, inocente chivato de oficina, a un calculador y manipulador hombre de negocios con un trastorno psiquiátrico irreversible que le lleva a mentir continuamente.
"Es necesaria mucha energía para mentir. Es por eso por lo que no lo hago muy a menudo. Es divertido porque el personaje nunca se equivoca. Y si se equivoca, lo retoma hasta que en un momento uno de los agentes del FBI le dice basta", comentó Damon durante la rueda de prensa de presentación de la película en Venecia.
Y es que tanto actor como director, que en su quinto proyecto en común han trabajado basándose en el libro The Informant (A True Story) de Kurt Eichenwald, explican que esta película trata sobre la mentira, la que el protagonista se inventa una y otra vez para seguir adelante.
"Decir una mentira es uno de los modos que me permite permanecer delgado. Nos mataríamos todos si no dijéramos mentiras. Si fuéramos diciendo todo lo que pensamos, alguno nos mataría. Por ello, la mentira tiene una función muy importante", afirmó Soderbergh.
"El problema es cuando alguno pasa a un nivel superior, como las armas de destrucción masiva o como el escándalo de la fijación de precios o las guerras que estallan. Pero decir que toda mentira tiene que ser eliminada es no conocer al ser humano", añadió.
Según el cineasta estadounidense, Oscar al Mejor Director en 2000 por Traffic, "se necesitan dos personas para que funcione la mentira: quien la dice y quien se la cree" y por eso no le sorprende que muchos políticos la utilicen para mantenerse en el poder.
A pesar de todo el realismo que muestra la película y que da el hecho de que la historia de Whitacre sucediera de verdad, The Informant trata de ofrecer una historia en clave cómica y muy irónica en tiempos en los que la mala praxis económica está a la orden del día.
Esa mala praxis y la crisis económica traen a la actualidad el escándalo de Whitacre, ocurrido hace casi 15 años y protagonizado por un "chivato" que de colaborar con la policía pasó a ser encarcelado por fraude al fisco.
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