Cultura

Misma calle, distinto ' templo'

  • La Casa del Libro abrió ayer sus puertas en la calle Nueva, a pocos metros de la mítica librería Ibérica · Su padrino, Antonio Soler, defendió una ciudad de "mucha literatura"

La apertura de una librería en Málaga siempre es motivo de celebración, aunque sólo sea para desmentir aquel dicho de Málaga de mil tabernas y ninguna librería. En tiempos de echar el cerrojo a legendarias salas de cines -que no multicines- y a propuestas de escenarios alternativos, que en pleno centro encuentre su sitio un proyecto pensado para leer -por supuesto vender- y fomentar la lectura en todas sus disciplinas merece cuanto menos una crónica. Ayer abrió sus puertas en la calle Nueva la segunda Casa del Libro de Andalucía -tras la de Sevilla- y la número 25 de España.

"El libro es una seña de identidad fundamental en la historia de esta ciudad", adelantó el escritor Antonio Soler, a la sazón, padrino de este nuevo "templo", como definió a un establecimiento de tres plantas abiertas al público en 600 metros cuadrados, a pocos metros de donde hizo historia la mítica librería Ibérica. Y precisamente de eso se trató el acto de ayer, de recordar la historia editorial y librera de una urbe "de mucha literatura" que ahora aspira a ser capital europea de la cultura en 2016 y su candidatura preside prácticamente cualquier evento en el que comparezca el alcalde de la ciudad y el responsable municipal de Cultura. "Se consiga o no es fundamental por la dinámica que pueda generar en la ciudad", continuó el autor de El camino de los ingleses, muy cerca de la estantería donde lucían ejemplares de su libro, popularizado en el cine de la mano de su tocayo, el también malagueño Antonio Banderas.

"Que esta ciudad se convenza de que la cultura no son sólo buenas palabras. Dominar el idioma genera riqueza", sostuvo un Soler, ayer más lector que escritor. Sus primeros libros, recordó, los adquirió de mano de su hermana mayor, unas navidades en la Ibérica, allá por los 70. El autor de La Noche volvió a tirar de la nostalgia para rescatar a la Imprenta Sur "gracias a la cual el cien por cien de la Generación del 27 pasar por aquí", subrayó.

A su lado, Francisco de la Torre quiso regalar otra vivencia literaria al numeroso público -potencial lector se supone- congregado en la segunda planta. Hace 50 años, un edil pre universitario descubría en Gran Vía La Casa del Libro - el primer local de esta firma que ya va por los 86 años de vida- "un hermoso descubrimiento", calificó. "Para mí es un placer que 50 años después muchos jóvenes entren aquí y sientan la misma ilusión que yo sentí entonces", subrayó el alcalde.

La Casa del Libro pretende además organizar sesiones de cuentacuentos, encuentros literarios, musicales y coloquios. Como matizó el director general del sello, "será un vecino más que sabe mucho de libros".

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