El Museo del Patrimonio Municipal parecía ayer la sede de una reunión de antiguos alumnos. La plana mayor de artistas malagueños se dio cita en sus instalaciones para la puesta de largo de la renovación de la colección permanente dedicada al siglo XX del centro, expuesta en su sala tercera. Por allí andaban Eugenio Chicano, Jorge Lindell, José Guevara, Juan Fernández Béjar, Francisco Hernández, Francisco Peinado, Elena Laverón, Rafael Bejarano, Rodrigo Vivar, José Manuel Cabra de Luna, Francisco Jurado y algunos otros. Sus obras estaban colgadas en la nueva propuesta expositiva, pero también, como recordó insistentemente la directora del museo, Teresa Sauret, las de otros que ya no están como Luis Molledo, Virgilio Galán, Alfonso de Ramón y el recientemente desaparecido Gabriel Alberca. Si en su primera fase la colección del Museo del Patrimonio, renovada a fondo en el marco del cuarto aniversario del equipamiento, centraba su razón de ser en la abstracción, el nuevo trazo celebra el alcance de la figuración en el ideario estético malagueño del siglo XX, heredero directo de Picasso.

Esta nueva disposición, como explicó Sauret, se distribuye en dos itinerarios: el primero, titulado precisamente Itinerario hacia Picasso, parte con una evocación de la exposición que a mediados de los 50 organizó Picasso en la escalera de su Villa Californie con las obras que le entregaron en mano, tras un legendario viaje, Gabriel Alberca, Virgilio Galán, Alfonso de Ramón y José Guevara. Consecuencia directa de aquel episodio fue la constitución, en 1957, del Grupo Picasso, que integraban Chicano, Lindell, Enrique Brinkmann, Vivar, Stefan von Reiswitz y el ya desaparecido Manuel Barbadillo. De todos ellos, introductores decisivos de los lenguajes propios de la vanguardia en Málaga cuando los elementos no eran precisamente los más favorables, pueden verse actualmente obras en la colección permanente del Museo del Patrimonio Municipal. Como apuntó Sauret, el siguiente episodio en la historia del arte reciente malagueño correspondería al Colectivo Palmo, "que abordaremos, sin duda, cuando llegue el momento".

El segundo itinerario se titula Surrealismo y realismo mágico y se inicia con Luis Molledo y su singular surrealismo erótico. Posteriormente, la sección incluye piezas de Díaz Oliva, Antonio Jiménez, Bejarano, Béjar, Hernández, Peinado, Aguilera, Laverón y Jurado, además de un cuadro de Cabra de Luna que sirve "de diálogo perfecto y que contextualiza de manera significativa la exposición", según Sauret.

Con motivo del cuarto aniversario, el Museo del Patrimonio celebra estos días por todas sus instalaciones y salas visitas guiadas con actores que contribuyen a revelar el alma de los cuadros.