La OFM apuesta sobre seguro para su próxima temporada

La orquesta añade un concierto a la programación en el Cervantes respecto al año pasado y mantiene sus ciclos de cara a su 25 aniversario

Miguel Hernández Silva dirige a la Orquesta Filarmónica de Málaga en la sede de su temporada de abono, el Teatro Cervantes.
Miguel Hernández Silva dirige a la Orquesta Filarmónica de Málaga en la sede de su temporada de abono, el Teatro Cervantes.

Tras la llegada de Manuel Hernández Silva como director titular, la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) aumentó su número de abonados con vistas a la temporada que ahora termina un 12% respecto al año anterior, hasta alcanzar los 871. Y aunque a ello contribuyera una contundente política de rebajas en los abonos, la orquesta no ha querido complicarse la vida en lo que a la programación artística se refiere. Así que el contenido de la temporada de abono para el curso 2015/2016, presentado ayer en el Teatro Cervantes, debe entenderse en orden de continuidad, pero esto no se traduce, necesariamente, en conformismo: las claves que Hernández Silva pulsó en la orquesta surtieron efecto y es lógico, hasta cierto punto, que se insista en la fórmula, con un recorrido por los grandes compositores postrománticos (Mahler, Shostakovich, Sibelius y Tchaikovsky vuelven a adquirir protagonismo junto a una amplia nómina de autores rusos, de Rimski-Korsakov a Mussorgsky pasando por Prokofiev y Borodin) que incluye miradas a figuras de la música española (algunas tan reveladoras como Manuel Moreno Buendía, rescatado por la OFM para su menú) así como latinoamericana (Igmar Alderete con su emblemático Concierto para marimba y orquesta, Johann Baptist Georg Neruda y José Pablo Moncayo, entre otros), por no hablar de las figuras recurrentes (Beetehoven y Mozart) o las píldoras menos reconocidas (Schnittke o Ferruccio Busoni, cuyo monumental Concierto para piano, orquesta y coro masculino en Do mayor cerrará la temporada con el pianista coreano Kun Woo Paik como solista). La OFM mantiene sus ciclos de Cámara (en el Museo Picasso) y La Filarmónica frente al mar (en el Auditorio Edgar Neville, con similar filosofía en el programa, compositores coincidentes como Elgar y Beethoven, solistas como Paula Coronas y Pablo Barragán y directores invitados como Eduardo Portadl y Salvador Vázquez) de cara a un curso en el que, además, celebrará su 25 aniversario; y, de paso, se añaden algunas novedades como los Conciertos en familia que se celebrarán entre enero y febrero en el Auditorio Edgar Neville y un encuentro que protagonizarán la Joven Orquesta Nacional de España, la Orquesta Joven de Andalucía, la Orquesta Joven de Basilea y la Joven Orquesta Barroca de Andalucía en junio de 2016.

Además del citado Woo Paik, la nómina de solistas incluye al trompetista Pacho Flores, el violinista Josef Spacek, y tres músicos premiados el año pasado en el primero Concurso de Jóvenes Talentos Musicales Andaluces: el violonchelista Pedro Peláez (que interpretará la Sinfonía concertante en mi menor de Prokofiev en la temporada de abono), la contrabajista Marta Sánchez (que hará lo propio con el Divertimento concertante para contrabajo y orquesta de Nino Rota en La Filarmónica frente al mar) y la violinista Marina Peláez (que protagonizará en solitario uno de los conciertos del Ciclo de Música de Cámara). También repiten el Coro de Ópera de Málaga (en el Concierto de Navidad) y la Coral Cármina Nova (en el Concierto de Semana Santa y el de clausura). En cuanto a los directores invitados, destacan Nicholas Milton (que fue aspirante a titular de la OFM), Eduard Topchjan, Jordi Casas, Kaspar Zehnder y Georg Mark. Sin excesivas sorpresas, por tanto, aunque con páginas prometedoras, la Filarmónica sigue su rumbo. Que no es poco

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