El Teatro Romano de Málaga, descubierto en 1951 tras permanecer siglos enterrado en una de las laderas del cerro de la Alcazaba, será objeto de nuevas excavaciones arqueológicas gracias a un contrato ofertado por la Consejería de Cultura para profundizar las investigaciones en las zonas Áditus sur del recinto y segmento norte de los jardines. Se trata de un proyecto impulsado por la Dirección General de Bienes Culturales y cuyo presupuesto de licitación se eleva a 399.279 euros.

Hasta el momento, cinco empresas especializadas en el sector de la arqueología y la rehabilitación han concurrido al concurso público convocado a tal efecto: CLAR Rehabilitación, Sturmio SL, Construcciones y Promociones Javier Dávila SL, Hermanos Campano SL y Alberto Domínguez Blanco. Restauración de Monumentos SL.

El Teatro Romano de Málaga fue construido en el siglo I d. C. bajo el imperio de Augusto y existen pruebas de su funcionamiento hasta el siglo III, cuando habría caído en desuso coincidiendo con el inicio del ocaso de la civilización romana. Con Andalucía ya bajo la dominación musulmana, capiteles y fustes de columnas del espacio escénico habrían sido expoliados para la construcción de la alcazaba que corona el cerro en el que se asienta el teatro.

Las excavaciones realizadas desde el pasado diciembre en calle Alcazabilla ya han alcanzado los cuatro metros de profundidad, lindando con los niveles coetáneos al Teatro Romano.

Paralelamente, junto al cine Albéniz la Junta de Andalucía está construyendo el Centro de Recepción e Interpretación del coliseo que prevé abrir sus puertas este verano. Con un presupuesto de 1,15 millones de euros el centro tendrá una superficie de 200 metros, con una cubierta de cristal serigrafiado y habilitará un nuevo acceso al coliseo. Dispondrá de instalaciones audiovisuales, además de réplicas de piezas originales encontradas en el propio teatro.