Andy y Lucas, sobre su última gira: "Cuando todo esto pase, empezarán los llantos, ahora vamos a disfrutar"

Cultura

El dúo se despide de su público malagueño el 22 de junio en el recinto Málaga Forum con las entradas casi agotadas

"Málaga es una de nuestras casas, siempre que vamos allí nos tratan increíble, nos quieren muchísimo y tenemos muchísimas ganas", asegura Andy

Los siete conciertos que sonarán este fin de semana en Málaga: artistas, fechas y entradas

Andy y Lucas en una foto promocional de su gira de despedida, 'Nuestros últimos acordes'
Andy y Lucas en una foto promocional de su gira de despedida, 'Nuestros últimos acordes' / M.H.

Es innegable que al pensar en Andalucía, y en Cádiz concretamente, no se venga a la cabeza de más de uno la imagen de personas que representan su tierra. En el panorama artístico, Andy y Lucas se cuelan como hitos musicales no solo de la comunidad autónoma, sino de todo el país. Los gaditanos, después de más de dos décadas recorriendo las ciudades de España y llevando su música a otros países, se despiden de los escenarios a lo grande con su gira Nuestros últimos acordes. Esta decisión no se debe al desgaste como dúo, ni a ningún mal entendido, sino a una decisión irrevocable por la salud de Lucas. Llegan a Málaga el próximo 22 de junio, en el recinto Málaga Forum, con las entradas casi agotadas.

"Málaga es una de nuestras casas, siempre que vamos allí nos tratan increíble, nos quieren muchísimo y tenemos muchísimas ganas porque subirse en un escenario siempre es una maravilla para nosotros, pero cuando son sitios tan especiales como nuestra tierra y Málaga, más", cuenta Andy desde el otro lado del teléfono con unas ganas que se perciben en su tono de voz y una sonrisa que se dibuja sin necesidad de tenerlo de frente. El concierto, dentro del Selvatic Málaga Fest, lo pinta como un "espectáculo muy divertido, muy dinámico" y, por supuesto, con todos sus grandes éxitos.

El gaditano asegura que "parece una fiesta". Cómo no serlo cuando es, casi con toda seguridad, la última vez que se suben sobre el escenario en cada ciudad. Y lo es también por las personas que lo hacen posible: "Lucas es un showman, participa mucho con el público". Para quienes hayan asistido a más de un concierto del dúo, "ya saben lo que se van a encontrar", pero, quien no haya ido a ninguno y no quiera perderse la ocasión, o los haya visto mínimamente, "va a disfrutar". Ese es su propósito: el disfrute propio junto con el de su público en un encuentro que si bien es una despedida, también es una celebración por todo lo vivido.

La gira tiene una lista de canciones que en su gran mayoría han sido sencillos y son conocidas. "Los arreglos musicales del directo son un poco más rockeros, pero tiene de todo, también pop y flamenco, que son nuestras raíces", avanza Andy. Él, al contrario que su compañero de aventuras, solo se dirige una vez a su público, y es en la introducción de Abuelo, tema que compuso y que no puede evitar que los recuerdos abracen su alma en un momento "muy emotivo y bonito". Se ríe al preguntar qué canción disfruta más y se lo piensa. No lo tiene claro. Hace un pequeño spoiler: Tanto la quería es la encargada de cerrar el concierto, uno de los más conocidos. "Hay un momento en la canción en el que somos conscientes de que no vamos a volver aquí, el público salta, canta, ves gente que llora y se emociona", dice.

Después de tantos años de carrera, parece que sigue sin asimilar que su música provoque tanto en su público. Y lo siente como un pellizquito en el corazón: "En esos momentos dices 'Dios, lo que hemos hecho', y qué barbaridad lo que hemos conseguido y estamos consiguiendo". Habla con tanta felicidad sobre el apoyo de sus seguidores que parece que lo cuenta desde una nube. "Estamos muy felices, sobre todo por el cariño que nos están dando por todas partes, tenemos una suerte increíble", señala desde casi la incredulidad de recibir unas muestras de afecto tan grandes que son inexplicables. De hecho, tanta es la intensidad de esta gira que los dos han "salido llorando" de varios conciertos como Madrid o su querida tierra, su Cádiz.

Este tour es más emotivo por ser el último. Aun sabiéndolo y ser conscientes de ello, no se lo plantean así: "Aún no hemos pensado el día de colgar el micro". En su cabeza solo cabe la idea de pasárselo en grande y de regalar a su público una velada inolvidable. "Cuando todo esto pase, nos sentaremos y empezarán los llantos y las penas, pero ahora mismo vamos a disfrutar y a hacer disfrutar a la gente", explica Andy. A lo largo de la entrevista, hace énfasis en la importancia del disfrutar el presente. El futuro ya vendrá. Carpe diem. Mientras tanto, ellos gozan de unos conciertos en los que sus seguidores les arropan: "Está siendo una gira muy emotiva, bastante divertida y creemos que está muy bien organizada, lo estamos disfrutando como niños pequeños".

Con un orgullo que no le cabe en el pecho, cuenta que siempre se acuerdan de sus inicios, de los sueños que tenían o lo que intentaban hacer en la música. También ha sido un placer viajar, conocer ciudades y países, que la gente les reconozca y que les tenga el cariño que les tienen. "Que muchas de nuestras canciones estén en las casas de tantas personas es un orgullo y una maravilla, lo hemos disfrutado, lo estamos disfrutando y lo disfrutaremos, que es lo que intentamos hacer en la música", comenta con una sonrisa que no puede contener.

Que esta gira tenga una fecha señalada en la que, después de esta, todo se pare, condiciona: "La estamos disfrutando de una manera diferente, es como si fuera la primera, el subconsciente nos está traicionando porque estamos disfrutando, pero sabiendo que termina". Lo importante, remarca, es que se lo están pasando en grande. Y también hace hincapié en que no acaba porque el dúo se lleve mal, como hay gente que piensa, sino por la salud de su amigo y compañero de escenario: "Nosotros seguiremos en contacto y nos veremos porque nuestros hijos se están criando juntos, somos prácticamente familia".

La trayectoria de Andy y Lucas

Todo final tiene un comienzo. Andy recuerda perfectamente cómo nació el grupo. Y lo hace a carcajada limpia. Él salía en los carnavales de Cádiz desde muy pequeño y Lucas jugaba a fútbol. Ambos fueron al mismo colegio y al mismo instituto. Allí, Lucas le dijo un día que ellos dos iban a ser un grupo: "Me lo tomé a cachondeo porque él era futbolista". Le propuso enseñarle unos temas que podían encajar con su voz. A la hora del recreo, los dos se encerraron en un aula para tocar y cantar con una guitarra. "Empezamos como una broma y no veas en lo que se ha convertido", confiesa entre risas.

El lanzamiento de su primer single fue todo un éxito, lo que les llevó a la fama de forma inmediata: "Nadie está preparado para afrontar eso porque te vienen cosas que a lo mejor lo has podido escuchar o soñar, pero que te pasen a ti... llega un momento que la cabeza se bloquea". Andy que es más introvertido que Lucas -que "le gusta más el fango y el cachondeo en ese aspecto"-, lo "llevaba fatal" al principio. "Ya me he acostumbrado y lo veo algo normal y al contrario, el día que no me reconozcan me voy a preocupar", bromea.

Tantos años juntos dan para escribir un libro de anécdotas, como algún retortijón que otro que les haya obligado a salir corriendo del escenario. También que una niña que no entienden cómo se colaba en el escenario mientras cantaban y les haya hecho "algún placaje" y se pregunten "de dónde sale". También tener que salir por detrás de los hoteles, "como si fuéramos importantes", y otras del estilo. A día de hoy, su hija va a cumplir 18 años y le cuenta algunas de estas anécdotas: "Ella no se cree que su padre es famoso y me hace mucha gracia, está muy orgullosa de su padre y yo de ella".

De aquellos chavales que empezaron su carrera musical a los consagrados Andy y Lucas de la actualidad hay un cambio que notan, sobre todo, en la madurez: "Los años te hacen madurar, a unos más y otros menos, nosotros nos lo tomamos todo con más tranquilidad, no somos tan impulsivos como cuando éramos más jóvenes, que decíamos las cosas sin pensarlas". Ahora intentan que todo esté más organizado y que no haya "nadie que enturbie el buen rollo". "Cuando éramos mas jóvenes no lo controlábamos y a día de hoy es gracias a la madurez y los años que tenemos, pienso que hemos mejorado en ese aspecto con los años", explica con un tono algo más serio, quizás por la introspección y recorrido mental de toda una trayectoria en menos de un minuto.

Pero si hay algo más icónico en España que Andy y Lucas es no saber quién es Andy y quién es Lucas. Antes de acabar de lanzar la pregunta, Andy suelta una carcajada sonora porque sabe por dónde van los tiros. No les molesta que les sigan preguntando quién es quién, como el juego de adivinación, sino que les hace gracia. De hecho, cuenta que hace poco le paró un joven y le saludó llamándole Lucas. Él no le corrigió por "no perder mi tiempo ni el suyo", y el chaval se despidió, de nuevo, llamándole Lucas: "Un amigo mío me preguntó que por qué no le había dicho que era Andy, y le respondí que porque, seguramente, aunque se lo dijera, me diría Lucas, entonces da igual, es el dilema de España y así nos vamos a morir".

Para rematarlo, pone un ejemplo sin dejar de reír: "Backstreet Boys son cinco y el público que los siguen se saben el nombre de los cinco, como Nick o Brian, y nosotros que nos llamamos Andy y Lucas siempre nos cambian el nombre, pero no pasa nada y no nos molesta en absoluto". El dúo se lo toma a risa y como un juego. Les divierte. También son conscientes de que les conoce "toda España", pero que, realmente, no todos "son fans al cien por cien", por lo que entienden la confusión.

Después de la gira, que acabará en diciembre de este mismo año, no sabe qué va a hacer. "Tengo proyectos y me han ofrecido otras cosas que no tienen nada que ver con la música, como montar mi propio negocio", comenta. Lo que sí tiene claro es desconectar de la música "mientras que Lucas se recupera o no", pero no la va a abandonar. "No me he parado a pensar en nada, no se pueden hacer planes porque luego no sale nada como uno lo tiene pensado", concluye. Mientras tanto, y hasta que el futuro llegue, va a disfrutar de su amigo sobre el escenario y de un público que arropa a los gaditanos en la despedida del dúo. Un adiós a un hito musical de todo un país que conocen generaciones enteras. Ellos no se volverán a subir a un escenario, pero sus canciones quedarán para siempre.

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