firmado mister j. por J. Fernández

Un batman, dos batmans...

  • Grant Morrison ha ganado todos los premios importantes de la industria del cómic y ha llevado la lucha de Batman a la lógica global de nuestros días

Una anécdota: estaba yo el otro día en Crash Comics, la librería de mi amigo Gabi, y alguien me pidió que le recomendara un buen tebeo. Esto de las recomendaciones es un arte complicado, no basta con conocer los cómics, tiene uno que conocer mínimamente a la persona a la que se va a recomendar, sus gustos y manías. Existen motivos, digamos, objetivos como la solidez artística, la repercusión del tebeo, los premios, las cifras de ventas…, pero a la hora de la verdad, todo se reduce a un "cómo mola" o "menuda mierda". De modo que estaba yo el otro día en Crash Comics, etcétera, y viendo que el que me había pedido opinión era un aficionado al cómic de superhéroes, de los de la vieja guardia, pensé que no le haría daño llevarse a su casa el All-Star Superman de Grant Morrison -creerán que arriesgué poco, pero sepan que el aficionado tiene perfil marvelita-. Bueno, y la cosa terminó como sigue: Gabi vendió un All-Star Superman, y ya que hubo salido de la tienda el aficionado, se adelantó un cuarto elemento, que llevaba un rato ojeando las novedades, y exclamó: "Menuda mierda ese tebeo de Superman, el tal Morrison es el tío más sobrevalorado del cómic". Fin de la anécdota.

El caso es que no sé si Grant Morrison es el tío más sobrevalorado del cómic -a bote pronto, se me ocurren seis o siete nombres que podrían discutirle el título-, pero desde luego es uno de los más valorados de los últimos años. Ha ganado todos los premios importantes de la industria, tiene el raro honor de haber dado nombre a una convención de cómics en 2012, la MorrisonCon de Las Vegas, ha trabajado con los dibujantes más en forma del momento y lleva una década encadenando guiones de los iconos más importantes del género: X-Men, Superman y Batman. Su trabajo con este último personaje es particularmente reseñable, aunque solo sea porque se hizo con las riendas en 2006 y ha permanecido siete años en la franquicia, en los que la ha puesto patas arriba. Primero se inventó el Robin más canalla de la historia, el delirante retoño de Bruce Wayne y Talia al Ghul, luego volvió loco a Batman, logrando hilar por el camino siete décadas de aventuras en un solo tapiz coherente, después lo mató y puso su cadáver en manos de Superman, más tarde invirtió los papeles principales del dúo dinámico, proponiendo -en sus propias palabras- un Batman "despreocupado y alegre, un tipo optimista" y transformando a Robin en "un pequeño bastardo, un monstruo enfurruñado", reescribió el mito del hombre murciélago al traer de vuelta a Wayne por la corriente temporal, y finalmente se ha inventado una corporación de superhéroes, Batman Incorporated, que lleva la lucha de Batman a la lógica global de nuestro días.

Morrison dice que ha querido dotar a su Batman de un sentimiento cercano al Pop Art, algo así como "David Lynch dirigiendo la serie televisiva de los años sesenta". ¿Será verdad que su trabajo está sobrevalorado? Empiezo a dudar de si debería o no recomendarles el Batman de Morrison… Pero el caso es que acaba de llegar a librerías Batman Inc., el último acto del guionista escocés y saben qué, me la voy a jugar: Cómprenlo, es una puta maravilla.

Grant Morrison, Chris Burnham. ECC. 120 páginas. 11'95 euros.

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