Permisibilidad. Esa era la palabra con la que una de las madres describía ayer la actividad desarrollada por sus hijos en el Museo Carmen Thyssen. "Los niños pueden hacer la visita libremente sin preocuparnos nosotras por ellos", explicaba. La pinacoteca ha abierto sus puertas a los más pequeños durante diez jornadas y ha querido que éstos hagan un recorrido por sus distintas salas como punto de partida del primer taller infantil que organiza.

Un total de 50 familias entre padres e hijos han participado en la construcción de una ciudad imaginaria, previa visita al museo, con materiales reciclados, acabando con el sepulcral silencio y decoro que suele caracterizar cualquier visita museística y consiguiendo que jóvenes y mayores descubrieran la riqueza pictórica que alberga el recién inaugurado espacio.

Con un lleno absoluto durante las diez sesiones que han durado los talleres, el espacio y la concepción del Thyssen como un elemento de interés en la ciudad, ha sido el punto de partida para estos talleres que, surgen con la intención de hacer una actividad participativa y acercar a los pequeños a algunas de las obras más relevantes del museo.

Mientras grandes y pequeños deliberaban un nombre para su ciudad, una niña presumía de la maqueta de una piscina y del trono de la Virgen de la Paloma construidos por ella y su hermano. Y es que varias zonas verdes, un colegio e inclusive un campo de fútbol, han sido los diseños construidos por los niños con la ayuda de sus padres, todo ello empleando materiales reciclados como el papel o el cartón, además de objetos de embalaje que recuperan así otro uso distinto al original.

Y es que la creatividad y la originalidad de los niños ha sido la gran protagonista de todas las sesiones del taller, especialmente la de cierre celebrada ayer, en la que entre todos intentaron poner nombre a tan singular urbe: Ciud-art, Ciudad del Arte o la Ciudad de las Tapas fueron algunos de los singulares nombres elegidos.

El resultado de tan llamativa urbe de cartón y papel maché que recrea la Málaga del futuro ha llenado de satisfacción a los padres que encuentran en el museo posibilidades destinadas al ocio educativo de los niños durante las vacaciones de verano. Este taller no es la única actividad para los pequeños de la casa que programará el museo. Mañana lunes dan comienzo los talleres de verano organizados por la pinacoteca que, a lo largo de cinco días y durante todo el mes de julio desarrollará sesiones de cuentacuentos, talleres de máscaras, diseño de disfraces, teatro de marionetas y otras actividades de creación para escenificar una representación final.