Cultura

Fran Campos, el divulgador del patrimonio malagueño en Twitter

Fran Campos, divulgador del patrimonio malagueño en Twitter.

Fran Campos, divulgador del patrimonio malagueño en Twitter. / F.E. (Málaga)

La calle Marquesa de Moya, entre el Museo Picasso, el Teatro Romano y la Catedral, fue uno de los hilos más populares de Fran Campos, divulgador malagueño en Twitter (@FranzVanPelt). La historia de la ciudad, explica, se encuentra entre sus calles, y la evolución que ha vivido Málaga en las últimas décadas ha hecho perder parte de esa esencia tan característica.

Acostumbrado a escuchar en casa historias sobre Málaga, se sorprendía al darse cuenta que fuera de su familia no se acostumbraba a hablar de esos temas. Dedicado al marketing digital, se propuso utilizar sus herramientas para revivir el pasado de la ciudad.

A través de su perfil personal, Fran se ha convertido en divulgador del patrimonio cultural de la capital. No obstante, puntualiza que su cuenta no es de historia, "no soy historiador y respeto muchísimo esa labor. Es más un espacio de reflexión. Doy pinceladas sobre un tema, pero sobre todo lo que busco es que la persona que lee la publicación reflexione y quiera hablarlo".

Procedente de una familia "muy malaguita", reconoce que su documentación parte en un inicio de la tradición oral. También de los archivos municipales y universitarios, las publicaciones de Fran se basan siempre en la historia que hay recogida.

"Hay una cierta crítica en este contenido porque hay una pérdida clara conforme la ciudad evoluciona y crece se entiende desgraciadamente que tiene que perder identidad y patrimonio. Cuando se hace exposición de ese patrimonio e historia perdida no a todo el mundo le gusta que se hable del tema".

La fuente de inspiración de estos hilos y publicaciones en Twitter, afirma que salen gracias a sus paseos diarios por las calles de Málaga. "Para mí es fundamental el latido de la ciudad. Cuando la recorro es cuando me salen todos esos temas, me hago muchas preguntas".

La pérdida de una ciudad vivida

La calle a la que nos ha llevado Fran, Marquesa de Moya, es una vía que pertenece a la judería de Málaga. "Fue la publicación más viral, y fue simplemente una comparativa. Rescaté una fotografía antigua de esta calle en la que todavía había vecinos, las casas estaban habitadas y decoradas y era una comparativa con la actualidad. Actualmente es una calle agradable por la que pasear, pero ya no hay vecinos. Ya no hay una ciudad vivida, es más bien una ciudad admirada".

Este tuitero señala que el avance de la ciudad está bien, pero respetando el patrimonio y la historia. "No por hacer desaparecer la historia de la ciudad vamos a mejor", indica. "En los barrios actuales como Teatinos se puede aceptar este nuevo tipo de arquitectura porque es la expansión, pero que lo estemos aceptando en el propio centro histórico es una pérdida de identidad clara, estamos apostando por el desarraigo que desconecta a la propia ciudadanía de la ciudad en la que vive".

La gentrificación y la turistificación son conceptos que intervienen en esta situación, que califica como "muy grave". "Vamos tarde, hay pérdidas de barrios enteros como Lagunillas, la Trinidad y El Perchel que se han dejado olvidados. Estamos viendo cómo esos barrios están siendo gentrificados con apartamentos turísticos como única alternativa del barrio, y es un modelo insostenible, la ciudad no nace para asumir ser un mero centro de apartamentos turísticos".

Su divulgación del patrimonio cultural, como mencionaba él mismo, conlleva una crítica. Tanto el patrimonio humano como el cultural van de la mano. De esta forma, explica que "si generamos el desarraigo de los propios habitantes de los barrios históricos, al final estamos eliminando historias de vida. Nuestros padres y abuelos tenían historias que contar y nosotros también queremos tener historias de Málaga y no tener que aceptar que tenemos que marcharnos de ella porque no hay posibilidad de una vivienda de alquiler".

Un patrimonio que nos hace diferentes

"Hay elementos arquitectónicos que son únicos y que hacen que la ciudad sea muy especial y que nos distingamos", advierte Fran, "por ejemplo, en la trasera de San Agustín las pinturas murales son una herramienta de ver la economía de aquel momento en la que teníamos que aparentar que éramos una pintura rica sin serlo y se decidió que las fachadas tenían que tener unas arquitecturas efímeras, fingidas con pintura".

Junto al empedrado de las calles, la decoración con macetas en los balcones o los canalones de cerámica verde, son elementos que este divulgador califica como "muy malagueño", y denuncia que se están perdiendo todos estos elementos característicos de la ciudad.

Sin embargo, la esperanza revive al ver a la ciudadanía quejarse de ello, como fue el caso de la pintada de "tribuna de los guiris" en la Tribuna de los Pobres el pasado abril. "Para mí fue muy ingenioso y una llamada de atención. Estamos perdiendo un lugar identitario nuestro. Condeno el vandalismo, pero me pareció un reflejo muy positivo de que la ciudadanía está despertando. Esas pintadas son a tener en cuenta."

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