La noche prometía un viaje largo y el patrón cumplió con sus pasajeros. A las 22:05 con todo el pasaje lleno, Miguel Bosé irrumpía en el escenario del Martín Carpena dispuesto a entregar veteranía y carisma a partes iguales. Más de 9.000 personas (la mayoría féminas) esperaban ver de cerca sus juegos de cadera, sus andares, su verbo y, sobre todo, el conjunto. Ese conjunto que patentó hace 30 años y con el que sigue llenando aforos.

De negro impoluto, el caballero del corazón en el público comenzó su travesía con una maniobra segura, Bandido y provocó el primer delirio de la noche. Con la elegancia de quien se sabe grande, Bosé coqueteaba con los guitarras, los coros, con la cámara (dos grandes pantallas flanqueaban su directo) la luna y, por supuesto, con el respetable. Tras una parada de rigor en Serena y Duende su autor tuvo su primer guiño con la líbido del otro género al son de Nena, un paseo sinuoso por la pasarela y un saludo intencionado con la mano en el trasero. Aún cabían más delirios, gritos y reverencias y Bosé lo advertía. "Habéis estado en absoluta lealtad incluso en los momentos más difíciles. Gracias a todos porque esto es vuestro". Con sus incondicionales en pie, el maestro de ceremonias avisó de que el viaje iba a ser largo, "desde el ayer hasta el mañana", sin ir más lejos.

Con un "¿Málaga que queréis que os dé?, Bosé recordaba que él era mucho Bosé y a sus más de 50 años aún tenía Bambú para rato. Con Málaga a sus pies, y sin complejos, rindió tributo a Sevilla por méritos propios. En plena forma, con una señora banda a su altura y la voz y mímica de un coro fiel a cada uno de sus gestos, Papito continuó su trayecto, por orden cronológico. Desató el morbo contenido con Morena mía se paseó por la calma de Si tú no vuelves y así hasta llegar a buen puerto. El que le ha bendecido con cinco discos de Platino en España y dos millones de copias vendidas en todo el mundo. Bendito bandido.

Entregado a las más de 9.000 personas que llenaron anoche el Martín Carpena, Miguel Bosé desgranó uno a uno los éxitos que acreditan sus 30 años sobre los escenarios. Así es como este veterano -quién lo diría al verle con sus sexys contoneos- da carpetazo, dice, a todas esas canciones que le han convertido en una estrella.