Cultura

La iglesia de los Mártires será por un día un teatro para el 'Auto del Resucitado'

  • Tras el éxito del pasado año, el actor y productor Jaime Ordóñez continúa la trilogía iniciada con el 'Auto de la Cruz' con una segunda entrega presidida por "la melancolía" y que ocupará el templo el próximo 17 de marzo

Frente a una coyuntura desfavorable un nuevo reto con el más difícil todavía como lema. Jaime Ordóñez se propuso el pasado año recrear la ceremonia de la Adoración de la Cruz de Jesús en el mejor de los escenarios posibles: un templo. La prueba tuvo un saldo positivo, en un solo día se agotaron en la Iglesia de los Mártires las 600 entradas disponibles y durante siete minutos el público no dejó de aplaudir. Su actor y productor recuerda con emoción este momento que espera repetir con el Auto de la Resurrección, la segunda parte de una trilogía que el 17 de marzo convertirá de nuevo un espacio para la liturgia en un espacio para la representación teatral. Octavi Pujades, Claudia Molina y los malagueños Lola Marceli, Alejandro Albarracín y el propio Jaime Ordóñez se convertirán durante una hora en símbolos bíblicos, bajo la dirección de Ricardo Pereira.

Después de ocho "oscuros" meses de trabajo, Ordóñez afronta este desafío con ilusiones renovadas. Y una conquista mayor. Pasar de 40 a 60 patrocinadores para un espectáculo con un presupuesto total de 150.000 euros y "cien por cien iniciativa privada", insiste. Las entradas se ponen a la venta este jueves en la sede de Cajamar a 20 y 25 euros. Un año más la recaudación se destina íntegramente a Cáritas.

Tras convertirse en un rostro popular por su papel en la serie Aquí no hay quien viva, el intérprete cambia radicalmente de registro para encarnar a un Poncio Pilato "que al igual que Lucifer está en la sombra porque no reconoce el milagro de la resurrección", explica.La escasez en España de representaciones de este tipo tiene su razón de ser, a juicio de su artífice, en "la exigencia de producción y la complejidad logística". En su defensa apasionada del proyecto, Ordóñez subraya el cariz "innovador y tradicional al mismo tiempo" del mismo. Innovador porque recupera un género "que no se representa en Málaga desde que se hiciera hace 30 años en la escalinata de la Catedral"; y tradicional porque el auto sacramental "forma parte genuina de nuestra historia", proclama.

Para ahuyentar a los más escépticos, advierte: "es un espectáculo tanto para creyentes como no creyentes". Y por si faltaran avales añade: "el auto sacramental está declarado por la Unesco joya del patrimonio artístico y cultural de España y ligado a la tradición de Cuaresma y de Pascua". Con el del 17 de marzo, Ordóñez suma ya diez autos representados, los últimos cinco como actor y productor. "Ricardo Pereira me contrataba a mí cuando hacía los autos para la comunidad de Madrid y ahora le contrato yo a él", comenta satisfecho. De sus palabras rescata una definición, al menos alentadora. "Él decía que el auto es un espectáculo de éxito garantizado, porque es solo un día de representación y porque tiene una intensidad emocional brutal. Está dirigido a la emoción del espectador", define.

En su puesta en escena , este Auto de Resurrección cede un protagonismo activo a la dramaturgia, basada en textos "de las mejores plumas del siglo XV y XVI". Así, los personajes expresan en verso "una belleza y profundidad literaria que hace que el público parezca que está viajando en el tiempo", comenta. El texto se acompaña de música grabada de compositores contemporáneos en su mayoría "pero que escriben música religiosa, desde autores ingleses hasta hebreos", remata el productor.

Igualmente, la escenografía colabora en ese empeño por llevar el pasado al presente. Los bancos se sustituyen por sillas y por tres niveles de tarimas y las zonas de actuación están en el presbiterio del altar mayor, la escalinata y el altar. "Además ponemos una pasarela en la nave central con un transepto a modo de cruz bizantina, de forma que el público está muy cerca de nosotros", explica Ordóñez. Y continúa la liturgia: "La numerología en los autos sacramentales es muy importante: todos son impares, por eso somos cinco actores, siete figurantes y son tres páginas de un tríptico", sostiene.

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