1. Intento ser justa. Ni dura ni blanda. Busco no beneficiar ni perjudicar a nadie con la cuestión de que soy una persona y tengo una opinión particular .

2. Tampoco he tenido ninguna que me haya marcado mucho. La más polémica fue en el año que debuté. No le otorgué una segunda oreja al Juli que fue muy pedida. En aquel momento entendí que había hecho una faena muy importante pero la espada no cayó en lo alto y eso me impidió darle la segunda.

3. Porque el presidente está en medio de los intereses creados de las diferentes partes del estamento taurino y porque es, no difícil, sino imposible poner de acuerdo a todo el mundo. Habrá gente que esté conforme y quien no .

4. Como aficionada y apasionada del toro que soy, significa mucho ser la persona que haga posible que todo se haga de la manera más correcta en un festejo. Y lo peor, es todo lo demás. Hay muchas tensiones y muchas presiones y personalmente, lo paso muy mal.

5. Los orejas son como los goles en el fútbol. Se puede hacer un partido buenísimo pero si no se anota parece que no se ha hecho nada. Hay veces que ha habido buenas faenas pero se ha fallado con la espada que es parte de la faena.

6. No existe. Evidentemente la espada, si no se está acertado, resta. Y ahí, el reglamento es muy taxativo. Para otorgar las orejas hay que hacer una faena completa y fundamentalmente todo con la espada.

7. Que están tremendamente equivocados. Eres responsable de todo lo que ocurre en el festejo. Presidir van mucho más allá que sacar el pañuelo.