Con la carrera por la Capitalidad Cultural de Europa en 2016 definitivamente perdida, no tenía ya mucho sentido seguir manteniendo en secreto el contenido del proyecto presentado para la obtención del mérito. Ayer, los principales impulsores de la candidatura comparecieron en el CAC Málaga para exponerlo con detalle y para dar cuenta de la defensa que se hizo el martes de la semana pasada en el Museo Reina Sofía de Madrid. Intervinieron, principalmente, el presidente de la Fundación Málaga Ciudad Cultural, Juan López Cohard; el vicepresidente de la misma, José Manuel Cabra de Luna; y el director artístico de la candidatura y responsable de la empresa Ingenia QED (a la que se confió la redacción del proyecto), Fernando Huici. La comparecencia tuvo un cierto sabor de derrota, de "se ha hecho lo que se ha podido". En varias ocasiones apuntó López Cohard que todavía "no tenemos medios para evaluar qué ha podido motivar el fallo del jurado, en la medida en que vayamos conociendo los proyectos de las competidoras podremos ir llegando a conclusiones". En sólo una ocasión precisó el presidente que podrían barajarse argumentos externos a los propios proyectos: "Las ciudades pequeñas están en auge, y si quería potenciarse a algunas aspirantes como centros turísticos, a Málaga, desde luego, no le hacía falta. Pero esto no son más que suposiciones". Con respecto al futuro de la propia Fundación y a la intención ya expresada por el alcalde de seguir adelante con el proyecto, López Cohard se mantuvo bastante cauto y explicó que mañana jueves se celebrará una reunión con los patronos (Ayuntamiento, Junta de Andalucía, Diputación provincial y Universidad) en la que se determinará si la iniciativa sigue adelante, en qué porcentaje y con qué apoyos. Resultó significativa, no obstante, la ausencia ayer tanto de representantes institucionales (la delegada del Gobierno andaluz y candidata a la Alcaldía, María Gámez, daba a la misma hora su versión de los hechos en otra parte) y del gerente de la Fundación, Javier Ferrer, cuyas desavenencias con López Cohard al frente de la institución fueron reveladas por este periódico hace dos semanas. El mismo presidente ha expresado en más de una ocasión su cansancio y sus dudas respecto a su continuidad en el puesto, así que lo que pueda ocurrir, al menos hasta mañana, está en el aire.

Con respecto a la defensa realizada en Madrid, los treinta minutos de exposición se distribuyeron de esta manera: como introducción, José Manuel Cabra de Luna leyó la primera estrofa del poema de Vicente Aleixandre dedicado a Málaga, Ciudad del Paraíso; después se proyectó una breve presentación del proyecto en power point; posteriormente, el alcalde, Francisco de la Torre, glosó durante cuatro minutos las virtudes de la ciudad; luego tomó la palabra López Cohard, que durante otros cuatro minutos explicó los medios de financiación y las garantías con que contaba la candidatura; el consejero de Cultura, Paulino Plata, defendió luego la Capitalidad andaluza durante un minuto, en una intervención completada por un vídeo del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, durante otro minuto; Fernando Huici detalló después durante siete minutos las bases del proyecto, y Carmen Bueno de Ingenia QED desarrolló durante el mismo tiempo las líneas estratégicas. El vídeo promocional, en el que unos flamencos convierten a base de guitarras y palmas unos solares abandonados del centro en espacios de luz y color, ocuparon los tres minutos restantes. El turno de preguntas, como ya se reveló, se prolongó durante cincuenta minutos (veinte más de los previstos) y versó principalmente sobre financiación e implicación de las minorías.

En cuanto al contenido del proyecto, tras una presentación de Málaga guiada por el plan estratégico y la importancia de la cultura, se desarrollaban cuarenta propuestas salidas de las mesas sectoriales que se venían organizando desde el pasado marzo. Huici explicó ayer que la Fundación recibió más de cuatrocientas ideas, a partir de las que se hizo una selección estructurada en las siete áreas temáticas ya conocidas. Así, en el apartado Ciudad del Paraíso, dedicado a promocionar Málaga como lugar de encuentro multicultural, se incluyeron iniciativas como la Casa de la Literatura y la Traducción, para conferencias de escritores y traductores europeos (la cultura como traducción era uno de los lemas de la candidatura); un ciclo de representaciones escénicas dedicadas a Cervantes y a Shakespeare, de cuya muerte (la de ambos) se cumplen 400 años en 2016; la Casa del Mundo, un espacio para exposiciones y actividades culturales realizadas por representantes de las más de 140 nacionalidades que viven en Málaga; un trabajo de documentación exhaustiva sobre la lengua romaní; y un número especial de la revista Litoral dedicado a los más diversos escritores internacionales relacionados con Málaga. El apartado Ciudad Jonda, consagrado a las culturas urbanas, contenía actividades como el ciclo Planeta Flamenco, un festival dedicado a la recuperación de los tablaos y cafés cantantes de Málaga ya extintos; el certamen Improvisando, abierto a músicos de muy distintas tendencias para compartir escenario mediante la improvisación; el ciclo Poetas toman la calle, con lecturas de poesía en espacios públicos; y otras actividades de animación al aire libre. Dentro de la sección Edificando jardines, dedicada a proyectos relacionados con la sostenibilidad, se contemplaba la creación del Soho cultural en el entorno de la calle Tomás Heredia; el programa de conferencias Manzana verde, sobre la regeneración urbana en ciudades europeas; y otro ciclo de debates, Lamiendo las heridas, abierto a la revisión de los abusos urbanísticos de Málaga y la puesta en marcha de propuestas para su solución. El cuarto apartado, Tradición de futuro, revisaba la relación entre cultura y desarrollo, con programas como Cosmos digital (impulsor de la creación artísticas a través de las nuevas tecnologías) y Que vienen las suecas, una mirada desenfadada al fenómeno del turismo como factor de crecimiento en Málaga. La quinta sección, El peligro de la libertad, se presentaba como una mirada moderna a la Unión Europea a través de ciclos de debates, proyecciones de cine y la creación de una Residencia de Estudiantes inspirada en la emblemática institución madrileña. El deseo atrapado por la cola rendía homenaje a Picasso a través de festivales de ópera, teatro, cine, una bienal de artes plásticas y la representación de todos los ballets cuyas escenografías diseñó el genio malagueño. Por último, Ciudad prodigiosa atendía a manifestaciones populares como la Semana Santa, los toros y otras tradiciones desde una perspectiva contemporánea; así, destacaba la propuesta de un festival de verdiales y otros folklores mediterráneos, con el fin de exhibir los lazos comunes.

López Cohard afirmó que el tribunal europeo felicitó a la delegación malagueña por haber presentado un proyecto "coherente, bien estructurado y honesto", en el sentido de que "no había ocultado las debilidades de Málaga". Así, por ejemplo, el proyecto destacaba un 30% de paro y la gran cantidad de solares abandonados como elementos de un diagnóstico que podía haber sido remediado mediante la Capitalidad. Huici explicó que la exposición de las debilidades "era una exigencia de Europa a las aspirantes", y señaló que, tras haber rechazado la mediterraneidad como eje central después de que la asumiera Marsella, la idea de la Ciudad infinita, con sus solares y huecos por llenar, les pareció la idónea. Pero tampoco pudo ser.