Cultura

La sobriedad de la estrella

  • El veterano cantante regresó al Starlite Festival de Marbella para actuar ante las 2.500 personas que agostaron las entradas del concierto

Un verano más Julio Iglesias hace patria en Marbella. Tal y como sucediera el año pasado, el artista consiguió colgar el cartel de completo y llenar el auditorio de La Cantera para repasar en el marco del Starlite Festival lo mejor de su discografía. Que no es poco. Más de 43 años sobre los escenarios, 80 discos de los que ha vendido más de 300 millones de copias le han hecho poseedor de unas cifras cercanas al récord. La sobriedad de una estrella inagotable hizo las delicias de las 2.500 personas que se congregaron para volver a vibrar con su voz.

De traje oscuro, como cabía esperar, salió al escenario pasadas las 22:00, para interpretar el clásico Amor, amor. No tardó en calentar a un público entregado con La gota fría tras el cual tuvo palabras de agradecimiento para Marbella y dedicó Un canto a Galicia a un amigo recientemente fallecido en un accidente de tráfico, según él mismo explicó al auditorio.

Acompañado de seis músicos y de las habituales tres chicas del coro, todos ellos ataviados de negro, Julio Iglesias interpretó sin descanso un tema tras otro haciendo las delicias de los fans que pagaron entre 75 y 450 euros por escuchar una noche en directo a su ídolo. Entre los espectadores, poco famoseo en el photocall principal. Eso sí, varios vehículos de la embajada rusa accedieron hasta el auditorio probablemente con destino a los palcos VIP.

Solo rompió la sobriedad de la calurosa noche marbellí el vestido de raso de color coral de la bailarina de tango que, junto a su pareja de baile, llenó el escenario mientras Julio Iglesias cantaba aquello de Y todo a media luz.

Sin demasiados guiños al público y con una puesta en escena sobria y sencilla, Iglesias cumplió con su papel sin demasiadas concesiones y muchas condiciones a la hora de organizar la cobertura de uno de los conciertos más esperados dentro del programa del citado festival.

En unos días será su hijo, Enrique Iglesias, el que pise el escenario del auditorio de La Cantera cambiando el perfil del espectador y seguramente la dinámica de la noche. Antes de él ya han pasado por Marbella Bryan Adams, Jamie Cullum, Noa y lo mejor de la movida, incluidos los Hombres G.

La de ayer también fue una noche de contrastes. Frente al glamour de las sandalias de tacón y los trajes de chaqueta veraniegos un grupo de miembros de la Plataforma 15 M de Marbella aprovechó uno de los conciertos mas multitudinarios del verano para realizar una acción de protesta. Vestidos de blanco y con máscaras entonaron varias consignas contra las promesas incumplidas por los políticos.

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