El Thyssen de Málaga exhibe los grabados de Rembrandt que fascinaron a Goya y Picasso en una exposición

Rembrandt, uno de los artistas que introdujeron el lenguaje moderno en el grabado, faceta con la que fascinó a Goya o Picasso y que le supuso en vida más reconocimiento que la pintura, llega ahora con 35 estampas al Museo Carmen Thyssen de Málaga. La selección reunida para esta exposición temporal sale por primera vez del Museo Lázaro Galdiano, propietario de la principal colección privada del artista en España con medio centenar de grabados.

"Rembrandt es considerado una de las grandes cúspides de la pintura universal y del grabado. Es el que da el lenguaje moderno al grabado y está completamente obsesionado por el claroscuro y por llevar la iluminación a los rostros y escenas", ha explicado Lourdes Moreno, directora artística de la pinacoteca. Fue muy apreciado por Goya "por su manera de introducir los aspectos psicológicos en los personajes" y también por sus composiciones, en las que "lo cotidiano casi tiene más importancia que lo trascendente de la propia escena".

Por su parte, en su Suite Vollard, Picasso aborda como uno de los temas el del pintor y la modelo, que ya había tocado Rembrandt, y además este es retratado por el malagueño cuatro veces en esa serie de un centenar de grabados. En la Sala Noble del Museo se han instalado las obras con una distribución temática, y un primer apartado de autorretratos y retratos de personas de su entorno como su madre o su primera esposa, Saskia.

"Frente al mundo idealizado del Renacimiento, Rembrandt ya representa a las personas envejecidas y se observa en sus obras una búsqueda del realismo en la tez y la figura", ha apuntado Moreno. Otro apartado de la exposición es el religioso, porque el artista, "un calvinista convencido, representó temas del Antiguo Testamento, y el hecho de que su madre fuera muy religiosa también pudo influir en su dedicación a esta temática"

Hay escenas de la vida de Cristo y recreaciones de textos religiosos, aunque se cree que en ocasiones también utilizó textos apócrifos. "Su búsqueda de la perfección en el trabajo hizo que siempre retocara las obras, y había muchos temas sin terminar. Seguía trabajando la misma plancha y hacía interminables estudios", ha destacado la directora.

El pintor flamenco vivió un momento de esplendor del comercio exterior de su país, cuando "Amsterdam era una ciudad muy rica en la que confluían personajes y objetos exóticos, algunos de los cuales Rembrandt incorporaba en sus obras".

Sin embargo, el artista se arruinó en sus últimos años, quizás por mantener un nivel de vida por encima de sus posibilidades, llegó a perder su casa y terminó enterrado en una tumba sin nombre.