El zoco

juan lópez cohard

Auguri di buon anno

He transitado de un año a otro por tierras del milanesado. Eso es tener valor. Fue el epicentro de la pandemia en la primera ola del coronavirus y, en la sexta, la denominada ómicron, se ha vuelto a poner en cabeza de los contagios. Pero quién lo iba a suponer en octubre del pasado año cuando hicimos todas las reservas para pasar la Nochevieja en Milán. Al final, afortunadamente, sin novedad en los test de antígenos. Como venía diciendo el año pasado, le persigue a uno la sensación de que le están tomando por inocente, inocente, allá por donde quiera que se mueva. Para volar a Milán, visitar sus alrededores y regresar a Málaga, hay que pertrecharse con una considerable cantidad de documentos. Cada uno con su correspondiente código QR: Certificado de vacunación, certificado de un test PCR o antígenos, formulario de identificación y seguimiento y un documento de control para el vuelo. ¡Ah! Y la FFP2 siempre embocada. Pues bien, lo cumplimenta usted todo, algunos previo pago y ¿para qué? Pues para que, al final, lo único que le pidan al entrar en algún local sea el certificado de vacunación. Todo lo demás solo vale para "por si acaso lo piden". Sea como sea, está claro que en todas partes cuecen habas. En Milán, según me decían, uno de cada 18 vecinos está contagiado y sigue aumentando la proporción.

No fue buen año el 21, aunque en su haber el Gobierno se llevase el logro de sacar adelante, con el beneplácito de patronal y sindicatos la reforma laboral. Buena debe ser, ya que hasta el PP ha reconocido que "es menos mala de lo esperado". ¡Qué oportunidad ha perdido de haberse apuntado un buen tanto como oposición constructiva! Aunque hay que poner de relieve que, aunque el éxito es del Gobierno, quién realmente se debe colgar la medalla es la ministra Yolanda Díaz.

Claro que los que se van a colgar medallas son los exministros condecorados con la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, la más alta distinción honorífica entre las órdenes civiles españolas y cuyo objetivo es "recompensar a los ciudadanos que con sus esfuerzos, iniciativas y trabajos hayan prestado servicios eminentes y extraordinarios a la nación", según señala el reglamento. A destacar en especial los eminentes y extraordinarios servicios que nos ha prestado a los españoles el exministro omiso Sr. Castell. Y no sé si ha sido una ironía o un sarcasmo el que le hayan concedido una cruz tan monárquica al exvicepresidente Sr. Iglesias que, ni se ha distinguido por sus aportaciones y menos por su trabajo. Para él, el trabajo, ya es en sí mismo una cruz. Este año 2022 lo deseo lleno de felicidad y bienestar para todos, de ahí la felicitación en italiano que da título a estas letras. Auguri, que se utiliza en italiano para desear felicidad, procede del latín augurium y los augurios para este 2022 es que, cuando menos, todo seguirá igual si no peor. Ya amenaza otra variante de la pandemia aparecida en Israel: la flurona. Es un coctel viral de ómicron y gripe. Lo que no entiendo es por qué el ginecólogo israelita Arnón Vizhnitser, refiriéndose a la flurona, dice: "Hay casos tanto de coronavirus como de gripe que están comenzando a aparecer. Estamos viendo cada vez más mujeres embarazadas con gripe". ¿Será que la fluorona, además, embaraza?

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