El rebalaje

laura / teruel

Ni para ti, ni para mí

DESPUÉS de años de desencuentro entre Ayuntamiento y Junta, hace unos días se conseguía el ansiado apretón de manos para solucionar el conflicto del metro. Y parece que bien está lo que bien acaba y que como hay fumata blanca hay que destruir la hemeroteca y asumir que el fin justifica los medios. Pero la perplejidad me embarga y no porque estemos tan acostumbrados al tira y afloja político que no se pueda asimilar lo sucedido, sino porque se ha utilizado a los malagueños como rehenes de una discusión que ahora parecía innecesaria: en este "ni para ti, ni para mí" del metro da la sensación de que se han reído de nosotros.

La memoria histórica saca los colores a quienes han participado en esta negociación que ahora todos quieren vender como un éxito. Primero, De la Torre, que lleva un otoño de tratos de los que sólo se cuentan las luces: antes el Benítez y luego el metro soterrado hasta mitad de la Alameda. A pesar de que la Junta era la responsable de la construcción del suburbano malagueño sabía que éste no podía hacerse con el Ayuntamiento en contra. Así que el regidor, avivando la comparación con Sevilla y los fantasmas de niños atropellados por tranvías, puso a su partido y a las instituciones públicas a hacer campaña por el soterramiento. Se equivocó al decir que la empresa concesionaria no pediría compensación por el retraso en las obras y ésta salió rápido a desdecirle. Éste será un metro explotado por empresas privadas, no se debe olvidar, y la Junta ha visto cómo los plazos acordados obligaban a desbloquear el camino, perdiendo la última oportunidad de poner en marcha un verdadero plan de movilidad para la capital.

El PSOE malagueño nunca supo posicionarse sobre el asunto, por ello ahora no ha tenido inconveniente en venderse como facilitador del acuerdo. Mientras que IU queda en una posición difícil porque defendió un proyecto de ciudad que ya no será. Cortés ha sido desacreditada por Díaz que la obligó a replantear el recorrido para inaugurar con sonrisa un nuevo tiempo de relaciones Junta- Ayuntamiento.

En un sueño queda haber ganado la Alameda para los ciudadanos y contar con un transporte sostenible con este sube y baja. Hubo un conato de debate serio sobre el futuro realista del metro, pero era complicado. Así que mejor quedó en un fifty-fifty y "aquí todo el mundo es bueno".

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