Crónica levantisca

juan Manuel / marqués Perales

Caña a albert

ALBERT Rivera es el líder del partido naranja, de Ciudadanos, una formación de centro con letra liberal y música sociademócrata a la danesa, de despido barato en un país donde no falta el trabajo, de impuestos fuertes y mercados muy flexibles, de Manuel Conthe y Luis Garicano, el mundo de Borgen. El que "viene de Cataluña", según nos ha advertido el candidato del PP a la Junta, Juan Manuel Moreno, que, como Rivera, nació en Barcelona. Moreno nació emigrante, y regresó a Málaga; Rivera se crió en Barcelona y fue el primer diputado que habló español en el Parlamento catalán. Según Juan Manuel Moreno, Ciudadanos es una formación "extraña", y puede ser: el aterrizaje de Albert Rivera en Andalucía fue catastrófico con eso de que venía a enseñarnos a pescar, no a darnos el pez, como si hace 3.000 años esos señores que venían del Líbano no nos contaron cómo se engañaban a los atunes en las almadrabas. A Juan Marín, el concejal de Sanlúcar que es cabeza de lista a la Junta, no se le conoce más allá de Bonanza, aunque el secretario general de Podemos es de La Línea y su responsable de Juventud, de Jerez.

Ciudadanos es un partido nacido en Cataluña, pero surgido contra el nacionalismo. Pocos días después de que Susana Díaz convocase elecciones anticipadas, un dirigente del PP confesaba que Ciudadanos le podía arañar algunos miles de votos en Andalucía, pero poco más. Sin embargo, ha sido crecer el Albert Rivera televisivo, y el PP se ha puesto nervioso. Los llaman Ciutadans, con la misma intención que la TVE de Calviño subtitulaba en castellano a Miguel Roca cuando lanzó la operación reformista, aquella en la que estuvo María Dolores de Cospedal. Ciudadanos sube porque es el Podemos del que, estando indignado, se mantiene en la sensatez. El programa económico de Garicano es más novedoso, valiente y concreto que el de Podemos de Juan Torres y Viçent Navarro: supresión de las diputaciones y del Senado, indemnización por despido proporcional al tiempo trabajado, contrato único.

Albert Rivera se tragará al partido de Rosa Díaz después de las elecciones municipales y autonómicas, cuando muchos de sus cargos dejen UPyD por la soberbia personalista. Ciudadanos nace como Podemos, como un partido nuevo, pero araña votos desde el centro a la derecha, en los caladeros donde el PP pastaba en solitario, por eso advierten de su catalanidad, de su extrañeza. En Andalucía, Rivera es el único político que aprueba junto a Susana Díaz. Si le dan caña, lo mismo hasta pesca.

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