Concentración tecnológica

Con Innovalia ha llegado el momento de apostar fuerte, las administraciones no pueden repetir sus errores

Esta semana se ha producido una confluencia de hechos en Málaga que pueden marcar su rumbo industrial indefinidamente. El nacimiento en nuestra ciudad de la Agencia Digital de Andalucía junto con la creación del polo de innovación tecnológica Innovalia significan, en la práctica, una centralización de servicios empresariales y administrativos que refuerzan la expansión internacional del PTA y la eclosión de toda la potencialidad creativa de nuestros técnicos y científicos locales.

La Costa del Sol ha sufrido y sufre un importante recorte como potencia turística mundial. La pandemia está pasando una factura insostenible y quedan pocas salidas: reinventarse, tratar de sobrevivir o morir. Y en esta disyuntiva solo aquellas ciudades que tienen visión de futuro, una gobernanza estable y una ciudadanía crítica y capaz de adaptarse a los cambios, son capaces de optar por la búsqueda de nuevos horizontes. De ahí que el mundo de las nuevas tecnologías marque una de las sendas a seguir en estos tiempos de tinieblas. Su capacidad para crear permanentemente más de 1.000 empleos anuales, sólo en nuestra provincia, lo hace decisivo en nuestro futuro. Su actual expansión hacia las costas oriental y occidental, mediante un microcosmos de pequeñas empresas de creación de contenidos y conocimientos, es sorprendente, sobre todo si no se entienden la irrupción del teletrabajo y la universalización de las comunicaciones. Hoy son ya muchos los trabajadores que han transformado su propio ritmo de vida prestando servicios iguales o mejores que en el pasado, pero realizándolos desde cualquier lugar que deseen. Y aquí tanto el clima como la calidad de vida están jugando a nuestro favor.

Esperemos que las promesas pasadas e incumplidas de traer la Consejería de Turismo, desde la Cartuja en Sevilla a la capital de la Costa del Sol, no trunquen la dimensión de la Agencia Digital. Sería demasiado pobre que una entidad con más de un millar de trabajadores sólo tuviera una decena de ellos en sus servicios centrales. Sobre todo, porque, tras la irrupción de Innovalia, apoyada por los Institutos de Investigación de la UMA y por los sectores tecnológicos más pujantes, ha llegado el momento de apostar fuerte y las administraciones no pueden repetir sus históricos errores. Como bien nos aconsejaba Miguel de Unamuno: "Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado".

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