El caso de Vicente Vallés, periodista señalado directamente por Unidas Podemos por simplemente realizar su trabajo, ha desencadenado una oleada de apoyos que casi no se recuerda, con lo que la situación se le ha vuelto en contra a quienes lanzaron ese dedo acusador. La profesión hace bien en defenderse, sobre todo en estos momentos, pero cuidado, porque eso de que los partidos y algunos dirigentes se rasguen ahora las vestiduras cuando todos ellos tienen muchas cosas que callar, resulta extraño. Lo mejor es que a la prensa la defienda la sociedad y los profesionales, no políticos que solo quieren sacar tajada.

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