Dely Valdés, uno de mis delanteros preferidos

NO hay mucho que contar sobre los partidos con el Villarreal tras menos de una década jugando ante ellos. Inauguramos el nuevo milenio juntos y ahí seguimos, enfrentándonos en la élite. El equipo amarillo es la continuación de los partidos que jugábamos contra el Castellón, el histórico representante de la provincia.

A Dely Valdés se le daban muy bien estos enfrentamientos ante los amarillos. Es uno de los delanteros centro que más me ha gustado en toda mi vida. Tengo el recuerdo de muchísimos atacantes, pero él era una maravilla. De Dely me encantaba su clase al controlar el balón y cómo despistaba a los defensas. Parecía que el balón iba a para un lado y se marchaba por otro. Él y Salva, de la época moderna, han sido los mejores rematadores de cabeza que hemos tenido.

Precisamente el panameño estuvo muy bien en la Intertoto, aquella competición que le ganamos al Villarreal y que nos permitió por primera vez en nuestra historia jugar una competición europea. Aún tengo entrada del 27 de agosto de 2002. Fue un paso hacia delante como club el ganarla, más con aquel gran equipo que teníamos. El Málaga ganó en la ida 0-1 tras una falta muy bien tirada por Gerardo y, luego, desde las 21:30, disfrutamos en La Rosaleda de un intenso partido de vuelta (1-1). A los aficionados antiguos el trofeo nos pareció que era un poco de cachondeo porque todos estaban acostumbrados a las grandes copas del Madrid. Sonaba un poquito de guasa, pero la ganamos y listo.

Cada vez que ha venido el Villarreal he podido charlar con su presidente, Fernando Roig. Como yo estoy pegado al palco, en los intermedios me iba allí. Recuerdo que Serafín Roldán nunca bajaba a tomar algo al antepalco, así que hablaba con ambos. Por entonces el club era una sociedad anónima deportiva. Digo esto porque me lleva a una reflexión: el Málaga maduró con Fernando Puche, que estaba respaldado por Antonio Asensio. Desde que ascendimos en aquel partido con el Terrasa, hubo un empuje maravilloso que habría ido a más si no hubiera muerto Antonio Asensio. La participación en la Intertoto contra el Villarreal fue el punto y final a esa época.

Desde su fallecimiento el 19 de abril de 2001, el Villarreal empezó a tener su época dorada. Todo apuntaba a que seríamos nosotros quienes viviésemos esas realidad. Roig no era ningún jeque, pero puso mucho dinero para hacer crecer a ese equipo. Ahora se abre una época mejor, aunque de esto me gusta ver que han repescado a Martín Aguilar, José Carlos Pérez y Mochón. Es bueno que estén ahí porque saben lo que hemos sufrido y son gente nuestra.

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