EL presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, ha incurrido ya en varias contradicciones. Como le ha ocurrido a sus compañeros de partido en el Gobierno central, pero de forma más discreta. Bendodo insistió mucho, cuando tomó posesión del cargo y aseguró encontrarse una institución camino de la ruina, que aplicaría el principio de "una administración, una competencia". Pero con el paso de los meses ya ha habido varios capítulos en los que su Corporación ha entrado en competencias que son de otras administraciones. Como ese plan de empleo al que destinará 2 millones de euros (la mayoría subvencionados por la UE) o el plan de reforestación en la zona quemada del Valle del Genal, por 800.000 euros. Dos iniciativas necesarias. Pero incoherentes con el discurso de Bendodo.

EL Ayuntamiento de Marbella mantiene un inaceptable oscurantismo sobre sus cargos de confianza. Eso da mucho juego al portavoz socialista, José Bernal, quien parece saber las preguntas vecinales que se hacen en el Consejo de Participación. O las inspira él sobre este asunto.