LA lista de barbaridades es increíble pero cierta y puede que más larga que el listín de la guía de teléfonos de una gran metrópoli como Madrid o Nueva York.

Como aperitivo empecemos con que la película Que se mueran los feos resultó ser la más taquillera del cine español, film casposo y merecedor de un Pepe de Barro.

El Pontífice Benedicto XVI en su visita al Reino Unido, cobrará un canon por acudir a oír misa, y la cuantía se sitúa entre los 6 y los 30 euros, (según sea en arameo, latín o en la lengua vernácula). Increíble pero cierto.

En una pequeña tertulia en la cual yo participaba, uno de los tertulianos porfiaba que Martín Bahamontes era el hermanísimo del General Francisco Franco Bahamonde, creo que se le produjo una pequeña dislexia y confundió los dos apellidos, un pequeño desliz lo tiene cualquiera, pero en este caso en concreto insistió tanto que me vi obligado a imprimir de la Wikipedia la biografía del Águila de Toledo. Increíble pero cierto.

El genial maestro Alcántara ha escrito en su dilatada vida más de 18.000 artículos y aún sigue en el macho, olé tus cataplines maestro. Como decía. Picasso: "el pintor tiene que morir pintando, el torero en la plaza y el actor en el escenario". Mi añorado, entrañable y brillante Paco Peñalosa lo hizo de esa forma un 22 de agosto de hace dos años.

Los pobrecitos controladores aéreos que ganan una media por encima de los 200.000 euros anuales, que de momento han pospuesto su decisión de ir a la huelga, porque se consideran estresados y sobrecargados de horas extras. Como si un minero que trabaja a doscientos metros bajo tierra y a los cuarenta el 80% sufren de silicosis, no tienen derecho, ni al pataleo, extiéndase esto mismo a los cirujanos y cualquier individuo que practique la medicina. Pero los controladores son una casta aparte. Increíble pero cierto.

El doctor Fleming que posiblemente si no fuese por su casual descubrimiento de la penicilina, en estos momentos en el planeta, en vez de seis mil millones de seres, seríamos la mitad. Resulta que muere en la indigencia. Increíble pero cierto.

El pasado 7 de agosto hizo 65 años del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, una bomba que mató en un segundo a 140.000 personas, sólo un día después se repitió la tragedia en Nagasaki con otras 70.000 víctimas. Increíble pero cierto.

Ahora que está de moda la arquitectura sostenible en Málaga tenemos unos proyectos bastante punteros con fachadas de cristal, orientadas al sur y a mediodía. Si viviese Sáenz de Oiza, volvería otra vez a la tumba. Quizás la cubierta de la Aduana, uno de los pocos iconos culturales de Málaga conjuntamente con la Catedral y el Palacio Episcopal, hayan colado una planta de más. (No hay nada mejor para constatarlo que situarse en la calle Alcazabilla). Increíble pero cierto.

En el café Gijón de Madrid, un mito de la bohemia de posguerra relata con la genialidad que le caracteriza Manuel Vicent la siguiente anécdota: Sandra se hacía pasar por hija de Negrín. Llevaba pamelas y flecos a la manera de Blanche Dubois. Un turista le preguntó: "Señorita, ¿es ustede escritora?". Sandra le contestó: "No señor, yo soy puta".