Abuso de drogas

Pensaban que lo sabían todo. Miraban desde la euforia que aportan los 20 años. Y lo hacían por encima del hombro de sus mayores, porque qué podrían saber ellos de la vida. Afirmaban que la marihuana era buena. Las paginas de internet, por millones, así se lo aseguraban. No leían esas otras, las que publica la ciencia acreditada. Para qué. Pero no, que no, que fumarse un cigarrillo no te lleva a desinhibirte, ni a perder la vergüenza, ni a que te fallen los reflejos cuando llevas un volante. Que cuando fumas marihuana, y según cantidad, edad u otras circunstancias, corres el riesgo de perder el control o la vida, de tener un brote psicótico u otras consecuencias funestas o nefastas. Pero nadie escarmienta en cabeza ajena y no queda otra que esperar a ver qué pasa con esta generación de jóvenes, engañados por los que venden el cannabis y que se enriquecen impúdicamente a costa de vidas humanas. ¿Madurarán alguna vez estos chicos o seguirán subidos a las nubes haciendo palmas? ¿Caerán del guindo o se estrellarán con todos los daños que una piña de estas proporciones causa? ¿Tendrán que tocar fondo, como tantos por desgracia, para descubrir que la marihuana es una droga y que te atrapa en sus redes como una tela de araña? El hecho de que su consumo sea real no la legitima ni la hace válida, como el crimen es una realidad diaria y qué diablos, como lo legalicen, me voy a Australia.

María Luisa García (Torre del Mar)

David contra Goliat

De nuevo Israel bombardea indiscriminadamente tanto a militares como a civiles. Mujeres, ancianos y niños mueren sin que el poderoso defensor de la libertad, siempre dispuesto a intervenir en defensa de los "oprimidos" - sobretodo si el oprimidos tienen pozos de petróleo-, haga algo para terminar con la masacre que los compatriotas de Jesucristo le están causando al pueblo palestino. Los salvadores de Iraq, Afganistán. Kuwait… miran para otro lado, como hizo Pilatos. Qué distinto seria si Palestina fuera depositaria de bienes naturales y materiales con los que pudiera compensar el desgaste de los países que acudieran en su ayuda. Los dirigentes de la Unión Europea, igual que el Papa y otros jerarcas, se han manifestado públicamente en desacuerdo con la acción llevada a cabo por el pueblo judío, pueblo que hasta hace poco fue considerado por el mundo entero a consecuencia del exterminio de millones de compatriotas masacrado por el Ejército nazi, pero que ahora ellos están repitiendo lo mismo con niños y mujeres que se defienden con tirachinas y piedras, frente a aviones, tanques, bombas y misiles. Pero, si pasivamente absurda es la actitud de los estados europeos y americanos, aún lo es más la de los países árabes hermanos del pueblo palestino, permitiendo tamaño despropósito sin poner los medios adecuados para tratar de frenar esta aniquilación de seres humanos indefensos. ¿Dónde está la hermandad musulmana?

Domingo González (Correo electrónico)

"Sería muy sano para la democracia que ésta no intentase criminalizar la vida política", sostiene el juez vasco Alfonso González Guija. Sano o no, el intento de criminalizar la política está teniendo lugar. Ante los tribunales de Bilbao se encuentran tres políticos vascos por haberse encontrado en el verano de 2006 con líderes de Batasuna, el brazo político ilegalizado de ETA. Los acusados son el lehendakari Juan José Ibarretxe, el presidente de los socialistas vascos Patxi López y el diputado socialista Rodolfo Ares. Junto con ellos, la causa también implica a cinco miembros de Batasuna, entre los que se encuentra el antiguo portavoz Arnaldo Otegi. Y todo esto en plena precampaña electoral: el próximo 1 de marzo, los vascos votan un nuevo Parlamento regional. La acusación la constituyen dos asociaciones privadas que acusan a Ibarretxe, López y Ares de haber querido "legitimizar" con su diálogo a la ilegalizada Batasuna. Sin embargo, la acusación también se dirige contra la antigua estrategia del jefe del Gobierno español, Rodríguez Zapatero. El socialista había intentado superar el terror por medio de palabras. El verano de 2006 fue un verano especial para el País Vasco: habían pasado casi tres años desde el último asesinato de ETA. (...)