el callejón del gato

Celso Ortiz /

Objetivo Rubalcaba

SI le pides a un dirigente del Partido Popular su parecer sobre la inclusión de imputados en las candidaturas, en lugar de contestar a tu pregunta, te explica el significado de la palabra imputado (lo de la presunción de inocencia, que no es un condenado, y todo ese rollo). Vamos que te toma por un idiota que haces una pregunta sin saber lo que estás preguntando. Eso me pasó a mí el otro día en el encuentro con la secretaria general del PP, pero como se trata de la consigna establecida, no me lo tomé como una afrenta personal. Por lo demás la señora Cospedal dijo poca cosa.

Donde sí estuvo fina fue en Pamplona, cuando comparó al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con Antonio Troitiño, un criminal. Y digo yo que, si tan fácil lo tienen, para qué necesitan echar culebras por la boca. Se comprende el malestar que ha provocado la puesta en libertad del etarra seis años antes de cumplir el máximo de treinta establecido, y que pueda parecer un despropósito que un sujeto al que se le achacan 22 asesinatos, se esté paseando tan tranquilo por las calles de su pueblo. Pero que alguien que pertenece al gremio de los juristas, como la señora Cospedal, culpe al Gobierno de la puesta en libertad del etarra, una de dos, o le regalaron las oposiciones de abogada del Estado por la cara, o la tiene más dura que el granito.

No es que cuando nos explica lo de los imputados, se descubra en ella una eminencia en leyes, pero por escasos que sean sus conocimientos, al menos sabrá distinguir entre el poder ejecutivo y el judicial, y las funciones que corresponden a cada cual en un estado de derecho. Por eso más bien estimo que se trata de lo segundo. O sea, que la señora Cospedal, a la hora de falsear, no escatima. Sabiendo que las leyes las aplican los jueces y no el Gobierno, se coloca delante de una cámara y nos da una lección de cinismo de alta calidad, sin que se le mueva un pelo.

Está visto que es inútil esperar que el Partido Popular no utilice el terrorismo para atacar al Gobierno. El terrorismo y lo que haga falta. ¿Acaso no está más que demostrada la eficacia de Rubalcaba al frente del Ministerio del Interior? Desde que ETA dio por finalizado el alto el fuego en junio de 2007, se han desarticulado cuatro cúpulas de la banda y 430 etarras han sido detenidos. Pero a los populares no parece sino que les molesta que al día de hoy el terrorismo de ETA esté en sus horas más bajas. Por más que digan lo contrario, no pierden ocasión de poner trabas y de arremeter contra Rubalcaba que, de un tiempo a esta parte, es la diana sobre la que hay que lanzar los dardos envenenados.

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