'Remo', un perrito muy sociableLáminas de intenso sabor

La Plaza de la Marina se convirtió ayer en el punto más exquisito de Málaga. El tour'07 de la Denominación de Origen Guijuelo, que recorre toda la geografía nacional, visitó la capital para dar a probar sus jamones y paletillas ibéricas de bellota, un verdadero manjar que entra por la vista, el olfato y, cómo no, por el gusto. La caravana, que tiene como objetivo promocionar el producto, organiza degustaciones masivas en las que los consumidores no sólo disfrutan de un verdadero pata negra, sino que también entran en el sorteo de un coche. La campaña tiene como lema Único en el mundo. Tanto, que el secretario del consejo regulador de la Denominación de Origen Guijuelo, Jesús de la Gándara, avisa: "Que no se lo cuenten, que lo pruebe".

De la Gándara explica la cuidadosa preparación de los jamones de Guijuelo, en Salamanca. Los animales están dos años sueltos y se alimentan de los recursos de la dehesa. Luego se seleccionan las piezas, cuyo proceso de elaboración total se prolonga durante otros tres años. ¿Y cómo es el sabor de un buen jamón ibérico? Para De la Gándara, "te invita a seguir comiendo, nunca llegas a tener la sensación de plenitud". Además, una buena pieza debe tener el punto exacto de sal, lo justo para no "embotar" los otros sentidos. El buen olor y el aspecto son fundamentales.

La acogida al jamón de Guijuelo en la Costa del Sol fue buena. Un grupo numerosos de curiosos se acercó hasta la Plaza de la Marina para degustar el manjar, servido por dos cortadores que llenaban los platos de finas láminas sin cesar.

El año pasado, 164.265 jamones ibéricos y 157.462 paletillas ibéricas fueron analizadas por el organismo certificador de la Denominación de Origen. La añada fue calificada de "excelente". Ahora que se acerca Navidad, qué mejor regalo que un buen jamón. ¿Por qué no un Guijuelo? "Es lo mejor para sentirte halagado", asegura De la Gándara.

La Sociedad Protectora de Animales cuida a Remo desde que fue abandonado en el refugio por su anterior dueña. Tiene un año, pesa unos ocho kilos y sus cuidadores aseguran que es un perrito muy, muy sociable. Es bastante inquieto y hace buenas migas con todo el mundo. No le gusta estar demasiado tiempo solo.

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