Las autoridades están aplicando a rajatabla las normas de seguridad en el litoral andaluz. El número de visitantes y de bañistas está siendo objeto de un estricto control para que no se supere el aforo dispuesto, con especial celo en las localidades de mayor afluencia turística y aquellas que cuentan con los arenales más demandados y atractivos. Es el caso de Nerja, en Málaga, donde -como muestra la foto- algunas personas aguardaban ayer en los accesos a la playa de Papagayo a la espera de que se les habilitara un espacio y fueran autorizadas a entrar.
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