Los Prados

En el barrio de los Prados tenemos la suerte de vivir a unos minutos del centro de la ciudad, con una línea de autobús bastante buena y otras muchas cosas de las que me siento satisfecha. Pero la limpieza brilla pos su ausencia. Los servicios de Limasa pasan por aquí a diario, para tomar su bocadillo en una tienda del barrio. Además, tenemos adjudicados unos barrenderos que sólo barren la avenida principal, el resto de las calles es como si no existieran. Llevo 34 años viviendo aquí y sólo han limpiado las aceras con agua a presión una vez. Por cierto, que fue porque ese día venía el señor alcalde, Francisco de la Torre. De eso hace ya como tres años aproximadamente. Creo que es vergonzoso que gasten miles de euros en hacer una avenida tan linda y nos de asco sacar a pasear a nuestros niños. El agua escasea, es cierto, pero El Limonar y el centro los limpian a presión a diario. Sólo pido que se acuerden de nosotros, aunque sea una vez cada seis meses.

Josefa Romero Merchán (Málaga)

Al juez Garzón

El criterio del juez Baltasar Garzón con respecto a la investigación sobre víctimas y represaliados del franquismo dista mucho de ser equilibrado: no quiere saber nada del asesinato de casi 7.000 sacerdotes y religiosas y de un incontable número de católicos por odio a la fe cristiana, ni de los miles de torturados en las checas, ni del genocidio de Paracuellos, ni de los miles de encarcelados por ideología política por parte del bando republicano, o el asesinato del líder de la derecha, Calvo Sotelo, por parte de un grupo de policías próximos al Gobierno, hecho que encendió la mecha del alzamiento, pocos días después, el 18 de julio de 1936. Todo esto se silencia, Garzón lo ignora y así, de paso, no se habla de la ruina económica y del paro que este Gobierno está fomentando con su desidia. No se puede pedir investigar las tropelías de un bando y desestimar una querella, sin siquiera analizarla, como hizo este juez hace diez años con una asociación que pretendió buscar responsabilidades penales ante el fusilamiento masivo de derechistas, católicos, monárquicos e incluso muchos niños en Paracuellos del Jarama. Un representante de la Justicia ha de interesarse por lo ocurrido en ambos bandos. Todavía hay muchas víctimas del republicanismo marxista desaparecidas en campos y cunetas. La Ley de Amnistía de 1977 era el símbolo reconciliador de la Transición. Si el juez Garzón y el PSOE quieren seguir reabriendo heridas que sólo fomentan odio y rencor, que al menos se haga una memoria histórica de ambos bandos, sin sectarismos, adulteraciones ni manipulaciones interesadas para destapar toda la verdad sobre la Guerra Civil.

Alberto H. Fuensanta (Correo electrónico)

La elección de Sarah Palin es una prueba más de los tiempos que corren. En política el enfoque femenino está llamado a dominar. Entramos en la era de la mujer postfeminista que, sin vacilar, se carga a los hombres políticos. Sarah Palin utiliza el sarcasmo femenino con una naturalidad incomparable, castra de manera abierta y con júbilo

a sus adversarios masculinos mientras que los infelices ni chistan: atacar a una mujer que utiliza su feminidad para ridiculizar y reducir a la impotencia… ellos no saben hacerlo. Hoy por hoy una mujer que utiliza la baza de la castración no puede ser batida. Es la feminidad sin complejos. Sarah Palin no muestra ningún vacío, no tiene miedo de nada, pone niños mientras juega con la escopeta, se presenta como un "pitbull con pintalabios". ¿Obama ya ha perdido? Al no elegir a Hillary como segunda -siguiendo los consejos de su mujer, que también es un pitbull, según

dicen- ha abierto un bulevar

a MacCain que no ha tardado en cogerlo. Gracias a Palin, MacCain ha vuelto a la carrera. Sarah apasiona a América, trae a la política un nuevo Eros. Una nueva raza de mujer política

está imponiéndose. (...)