19:34 y ni idea sobre que escribir sin volver a comentar las mismas noticias de las últimas semanas. Repaso la prensa buscando inspiración y me quedo colgado en las alturas de Twitter, donde encuentro respuesta a mi desasosiego en un tweet de de Paseante invisible. Una espeluznante fotografía del envase de la tortilla de patata sin huevo, sin gluten y sin lactosa, que acababa de ingerir. De milagro lleva patata.

Su composición no puede ser más aterradora. Sumos los ingredientes: 32 % de patata y 19 % de cebolla. El 49 % restante solo puede ser el sucedáneo del huevo. Mucho "huevo" me parece a mí, igual que un riesgo elevado, pero sigo leyendo. Tofu natural. Desconocía que existiese el tofu no natural. Pero, si existe el huevo no huevo, también es posible que exista el tofu no tofu y puede que lo que a mí me pasa es que no me gusta porque lo que he tomado no lo sea del todo. Continúo: bebida de soja. Entre sus componentes estaca la presencia de un "aroma (también) natural" cuyo olor no se especifica (deben ser el que emplean en algunas croquetas congeladas) y la sal, que, a diferencia de la de las patatas fritas, que es "sal rosa del Himalaya", carece de mayores referencias familiares. Si la tortilla hubiese sido de soja en vez de patatas, está llevaría la sal del Himalaya y la bebida de patata, una vulgar sal de las salinas de Cádiz. Más aroma; pero ahora con carácter independiente y claramente identificado con el de la cebolla (parece que un 19 % de toda la tortilla que era poca para darle sabor). Almidón de tapioca para espesar, concentrado de calabaza y manzana, y puede que trazas de sésamo y frutos de cascara (estos dos últimos, unos clásicos de los precocinados). Lo dicho, lo normal en una tortilla de patatas elaborada con únicamente productos procedentes de la agricultura ecológica. Las recomendaciones, lo mejor. Primera: "abrir y consumir a temperatura ambiente". Parece ser que no se recomienda consumir sin abrirla previamente, aunque no se especifica si se debe a que el envase no es bio, vegano o es porque contiene gluten o lactosa. Segunda: también se puede abrir y calentar en una sartén con unas gotas de agua. Toda una innovación propia de la cocina deconstructiva baja en calorías, siempre que se quite el envase.

Mañana llamaré a Paseante invisible. Miedo me da que no me conteste, aunque puede que sea porque esté aterrado por tener que ponerse la vacuna.

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