Permanecían colocados desde finales de junio, coincidiendo con la llegada del verano, para llenar de sombra la calle Larios y que, de esta forma, turistas y malagueños pudieran sobrellevar las jornadas de calor. Ayer, los operarios procedieron a retirarlos, solo un día después del cierre de la Feria de Málaga. Los toldos ya dejan al descubierto la céntrica vía, cuando todavía resta algo más de un mes para que entre oficialmente el otoño. El Ayuntamiento se adelanta así al desmontaje de estas telas, a diferencia de otros años, en que se ha llevado a cabo durante el mes de septiembre.