LA Málaga taurina se pronunció ayer de forma rotunda en favor de la tauromaquia con un lleno a reventar en La Malagueta. Enrique Ponce, Morante de la Puebla y José María Manzanares, con toros de Juan Pedro Domecq, consiguieron colgar el primer no hay billetes del ciclo ferial. La cosa no es baladí, teniendo en cuenta los aforos que registran otras muchas plazas ante carteles de similar importancia. 9.032 espectadores se dieron cita en la tarde de toros, según el aforo oficial del coso. La empresa informa que las ventas para el viernes [Pablo Hermoso, Castella y Perera] son las que mejor marchan, apenas queda papel, y que de no ser por la bajada de abonados, este año ha caído un 25% por la ausencia de José Tomás, hoy y mañana también se podría vender todo. Es decir, queda papel pero hay que apresurarse para ir a las taquillas.

Los mensajes de apoyo a la fiesta se repiten desde el inicio de la feria. Más allá del llenazo, ayer fueron más. Al término del paseíllo, en el tendido 7 se desplegó una bandera con los colores nacionales donde se podía leer "toros sí, viva España". En la andanada del 3 la Asociación de la Tauromaquia y detrás de la meseta de toriles la Unión de Abonados tienen sendas pancartas de apoyo a la Fiesta Nacional. Incluso la Diputación, una institución pública, tiene un lema este año, diputación.es taurina. Además, todos los días se pueden ver pequeños carteles en distintas localidades del coso.

La corrida de ayer hizo gala de su sobrenombre. Fue una fiesta desde sus comienzos. Emocionante saludo el que realizó la terna al término del paseíllo, antes de saltar el primero de la tarde, por exigencia del respetable, que les recibió con una ovación cerrada. Luego hubo de todo. Sangre y triunfo. Grave cornada la que recibió el banderillero Alejandro Escobar, como se refleja en la ficha de la corrida. Triunfo rotundo de Manzanares. Magisterio de Ponce. Y arte con mayúsculas en el capote de Morante, que fue bronqueado por no torear con la muleta. Así son los toreros artistas. Así es la fiesta del toro, como ayer se vivió en La Malagueta.

Desde la presentación de los carteles, la tarde de ayer prometía, era la más esperada. El lleno no fue casualidad. En la galería gráfica se aprecia la expectación que se respiraba en los tendidos y lo concurrido que estuvo el callejón, con muchas personalidades. No cabía un alma, ayer todos querían ir a los toros.