
NOTAS AL MARGEN
David Fernández
Bienvenidos a 'Tenfe', el tren de los horrores
Hay zonas urbanas o rurales que son realmente intransitables por los peligros que suponen para el peatón más intrépido. Los sustos que he sufrido o los que he visto tapándome la cara, impelieron a que me dirigiera al ayuntamiento de M. para sugerirles que colocaran un semáforo o un paso de cebra que proteja al ciudadano. Lo de siempre: que eso no es competencia de ese departamento, que llame a tal ministerio, que si eso pertenece a la Junta, que escriba a este o a otro. En fin, se le quitan las ganas a uno de reclamar. Burocracia y Desidia, así con mayúsculas, son el cáncer de esta sociedad. En otra ocasión recurrí al ayuntamiento de T. para que me gestionaran un evento cultural de interés general. Aquella reunión parecía verdaderamente fructífera y prometedora. Pero he aquí lo de siempre: que he de llamar yo, que eso no les corresponde, que me dirija a tal sitio, que llame a este teléfono (que nunca responde), que las actividades ya están programadas. Después de llamar y requetellamar la cosa iba adquiriendo forma: a lo Mariano José de Larra.
Cuando me percaté de que aquella furgoneta de Amzn me había abollado el coche y se daba a la fuga, me monté ipso facto y la perseguí como si se tratara de una película americana por las estrechas callejuelas de M. Cuando llegó a una calle sin salida, la abordé y le hice una foto al vehículo y a la documentación. Más adelante, mi compañía de seguros de Mpfr no trabajó para solucionar aquel desaguisado: Faltaban datos.
Aquella mañana en el instituto, una madre telefoneó para preguntar por la matrícula de su hija. Se agotaba el plazo. Los profesores de guardia estaban ocupados y las secretarias saturadas. En ese momento yo había concluido mi jornada, pero me acerqué a Secretaría y resolví las dudas de aquella madre preocupada. La llamé y le indiqué todo lo que tenía que presentar y a qué hora debería acudir. No necesito ponerme medallas. De hecho, esto jamás lo he contado. Lo que se necesita es gente comprometida con su trabajo y con los ciudadanos, que sean capaces de servir a sus vecinos con celeridad y que no desestimen ninguna necesidad o sugerencia. España iría mucho mejor.
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