la entrevista

Marta Jiménez

"Somos serios, pero no tristes"

rafael pérez-cea Entró a formar parte de la Orden de Servitas a los 7 años · Destaca su relación con el obispado · "Con la Agrupación de Cofradías somos disciplinadísimos"

VIVIRÁ este Viernes Santo sin ser el prior de la Orden Tercera de Siervos de María. Es algo que no le pesa porque él seguirá siendo servita. Ahora le entrega el testigo a su sucesor, Carlos Jiménez, sobre quien se deshace en elogios.

- ¿Qué balance hace de estos años al frente de la Orden de Servitas?

-Ha sido siempre positivísimo. Yo digo siempre que he hecho de todo menos de Virgen. He encontrado personas verdaderamente fantásticas. No hemos hecho ni un solo enser en todo este período porque Servitas no lo necesita. Consideramos mucho más importante colaborar con los demás y sobre todo colaborar con la parroquia.

-¿Se le ha quedado algún proyecto en el tintero?

-Siempre se queda algo. ¡Qué más quisiera yo haber hecho todo lo que quería! La persona que me ha sustituido, Carlos Jiménez García-Hirshfeld, tiene la gentileza y la delicadeza de llamarme para preguntarme cualquier cosa. Tengo una gran colaboración con él. De hecho, él ha seguido con la misma junta de gobierno que tenía yo, excepto el cargo de camarera de la Virgen, que ha tenido el detalle de otorgárselo a mi hija.

-Con estas palabras se adivina que hay buen trato con el nuevo prior...

-Magnífico. Lo que ocurre es que cuando en una institución, no sólo religiosa, tú estas muchísimos años al frente de ella o tomando decisiones, como yo que llevo 45 años tomando decisiones allí, te puedes creer que el cortijo es tuyo y eso es muy peligroso. Ha habido un momento en el que me lo he planteado y he dicho: 'es el momento de dejarlo y de no tomar decisiones, sino de obedecer a los demás'. A mí no me ha costado ningún trabajo por el trato exquisito que estoy teniendo pero, sobre todo, lo más importante, es que se me sigue tratando con el mismo cariño de siempre.

-Para el que no domine mucho el término 'orden', ¿cuál es su funcionamiento?

-Las instituciones religiosas se dividían en órdenes primeras que podían decir misas; órdenes segundas; que eran los hermanos legos y las monjas, y las órdenes terceras, que eran los seglares. Hoy en día se llaman fraternidades y realmente funcionan de otra manera, pero nosotros conservamos el nombre porque si desde el año 1700 seguimos con esa nomenclatura, lo vamos a seguir haciendo así. Es Orden Tercera y no una cofradía porque pertenecemos a una institución religiosa, que es la de los frailes Siervos de María.

-¿Cuál es la parte más complicada del funcionamiento de una orden?

-Es facilísimo. El dinero que tenemos lo repartimos como podemos y organizamos cursos de formación. Hay problemas que nosotros no tenemos ni queremos, y es que la Virgen tiene un solo vestido. Si se rompe, se le compra otro. La Virgen hay que tenerla muy digna porque es una joya de Fernando Ortiz, pero ni tiene joyas, ni tiene pendientes, ni anillos, ni nada.

-De la orden de Servitas se dicen muchas cosas porque también para muchos es una gran desconocida ¿Qué le des diría a los que incluso piensan que es una secta?

-Lo primero, que aprendan qué es una secta. Que lean el diccionario de la RAE y si no, con mucho gusto yo se lo explico. Somos así porque los que estaban alrededor del conde de Buenavista, nuestro fundador, eran de procedencia castellana y hacen una procesión castellana. Nosotros somos serios, pero no somos tristes.

-¿Qué perfil se esconde tras el capirote de Servitas?

-Un ser humano como yo. Normal y corriente. Hay gente de muchas escalas sociales. Que sea cristiano y que le tenga devoción a la Virgen.

-En cuanto a las relaciones institucionales, ¿han tratado a la orden como una rara avis o siempre ha estado integrada?

-Siempre nos han tratado con mucho cariño. El actual presidente de la Agrupación de Cofradías, las veces que lo he llamado, me ha atendido extraordinariamente. Nuestras relaciones son fantásticas. El que está dentro del mundo cofrade nos conoce perfectamente y además somos disciplinadísimos. Hemos obedecido absolutamente. Me dolió mucho cuando leí que el presidente de la comisión de horarios e itinerarios decía que Servitas "va a su bola".

-¿Cómo es la relación de la Orden con el Obispado?

-Siempre ha sido muy buena. Tuve una gran amistad con Ramón Buxarrais, que incluso iba a mi casa con muchísima frecuencia. Antonio Dorado fue un hombre encantador con nosotros y a Jesús Catalá la verdad que no he tenido ocasión de conocerlo. Las relaciones son magníficas y de obediencia, porque nuestra misión es ser obedientes con lo que nos diga el obispado.

-¿Cómo se ha sido la estancia en la feligresía de los Mártires?

-Muy bien. Tanto las cofradías del Huerto y Gitanos han estado encantadores con nosotros. Al igual que pasión Pasión y la Cena cuando coincidieron nuestros cultos. Nos hemos sentido como en casa.

-¿Cómo quiere que se le recuerde como prior?

-Que se recuerde que la orden durante mi mandato fue agrandándose. Que en los tiempos difíciles hemos mantenido el mismo estatus. Con eso es suficiente.

-¿Qué consejo le da a su sucesor?

-Ninguno. Carlos es un hombre preparadísimo, que sabe mucho más que yo. Además, tiene una ventaja respecto a mí, y es que tiene 20 años menos que yo. Tiene espíritu, ganas y mucha preparación, por lo que no le puedo dar ningún consejo.

-¿Cómo vivirá este año la procesión desde la barrera?

-Voy a estar dentro. Saldré en la procesión como todos los años. Sigo siendo servita igual que cuando tenía 7 años y me apuntaron en la Orden. De eso hace ya 56 años.

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