Aunque el verano no se acaba oficialmente hasta el 21 de septiembre, el fin de agosto viene a significar temporada alta en la Biblioteca General de la Universidad de Málaga. Los estudiantes cambian la toalla y el bañador por los libros. No sólo los que tienen exámenes pendientes, también los opositores. Así que las instalaciones en el campus de Teatinos abren incluso de noche y registran importantes colas para hacerse con un hueco. Para el estudio o, como admiten algunos asistentes, para "dejarse ver" con el bronceado veraniego.