La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

‘Le tombeau’ de la señora Banks

Todos los medios del mundo han despedido a la centenaria actriz que fue, es y será la señora Banks

La esplendorosa música barroca francesa creó el tombeau (tumba) como elegía musical dedicada a grandes figuras. En los inicios del siglo XX fue recuperado por Ravel –Le tombeau de Couperin– o Falla –Le tombeau de Debussy– en homenaje a otros músicos. Hoy quiero escribir un tombeau–porque en el musical encontró su fama más perdurable- para la actriz, cantante y bailarina Glynis Johns. ¿No les dice nada su nombre? Sí lo hará su interpretación más conocida: fue la señora Banks en Mary Poppins. Fallecida con cien años de edad, era una de los tres únicos supervivientes del reparto adulto de aquel excepcional musical: afortunadamente viven Julie Andrews y Dick Van Dyke, ella con 88 años y él con 98.

Hay que decir que, si fue su interpretación en esta película la que ha justificado que su fallecimiento sea noticia internacional, Glynis Johns, desde su debut ante las cámaras en 1938, fue una excelente actriz cinematográfica de larga filmografía en la que destacan, además de la obra maestra de Disney, Paralelo 49 de Powell, Una mujer ideal de Korda, Tres vidas errantes de Zinnemann o Confidencias de mujer de Cukor. Pero fue en el teatro, tras debutar en 1936 en el Old Vic, donde más brilló en los escenarios del West End y Broadway interpretando primeros papeles –en cine casi siempre fue una secundaria de lujo– y logrando un premio Tony por su actuación en el exigente y atrevido A Little Night Music de Stephen Sondheim –basado en Sonrisas de una noche de verano de Bergman– que estrenó en Broadway el 17 de septiembre de 1973.

El cine tiene sobre el teatro la ventaja de retener para siempre las interpretaciones que sobre el escenario nacen y mueren cada función. Las películas más amadas por el público añaden a esta inmortalidad en celuloide un plus afectivo de cariño a los actores que las interpretan. Es el caso de Mary Poppins y su elenco completo. En la última anotación del diario de rodaje de My Fair Lady publicado por Hatari Books, que les vuelvo a recomendar, escribe con sorprendente modestia Cecil Beaton: “Es reconfortante pensar que he formado parte de un entretenimiento que va a proporcionar felicidad a mucha gente”. De esto se trata. Mary Poppins ha proporcionado y sigue proporcionando felicidad a millones de espectadores. Por eso todos los medios del mundo han despedido a la centenaria actriz que fue, es y será la señora Banks.

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