Málaga: objetivo el 18 de mayo

Más allá del perjuicio que supone el retraso en pasar de fase, lo importante es dar pasos firmes y sin riesgo de marcha atrás

Mas allá de la exigencia de que se corrija la decisión "discrecional" que a juicio de la Junta ha impedido que la Costa del Sol entre hoy en la fase 1, lo que le habría permitido abrir con restricciones terrazas e incluso hoteles, lo cierto es que es inútil proseguir con lamento y denuncias sobre supuestos "agravios". Desde hoy lunes, cuando el Gobierno central se ha comprometido a revisar la polémica decisión que adoptó el pasado viernes, el objetivo del Ejecutivo autónomo, si los datos de contagio del virus continúan evolucionando de forma favorable, debe centrarse en conseguir cumplir todos los parámetros para que no quepan dudas de que esta desescalada pueda comenzar el próximo lunes 18 de mayo sin riesgos añadidos para la población. Esta semana de demora debe traducirse en siete días para la oportunidad. Lejos de la urgencia y la presión por reactivar el sector servicios y, en especial el turismo, este retraso de una semana hay que utilizarlo para profundizar en las medidas de seguridad y observar las disfunciones que puedan producirse en otras zonas en las que hoy comienza la desescalada para evitar errores. No se trata de una carrera por alcanzar la meta antes sino para impedir que la falta de pericia ante un escenario desconocido obligue a una indeseable vuelta al punto de partida. El presidente andaluz, Juanma Moreno insistió ayer en que la determinación de mantener a la Costa del Sol en la fase 0 repercute negativamente en la imagen reputacional. Es cierto que lo que está en disputa es el turismo nacional y, por tanto, el retraso del litoral malagueño en entrar en competición con otros competidores españoles es un mala noticia. Pero a estas alturas, lo importante es dar pasos firmes y sin ninguna posibilidad de marcha atrás y quedan asuntos imprescindibles que clarificar.

Los hoteles a la vista de las limitaciones de movimientos aún vigentes, están a la espera. Carece de sentido un esfuerzo si cuando alcancen la fase 1 sólo pueden alojar visitantes de la misma provincia. La Junta ha trasladado a los alcaldes andaluces la idea de inaugurar la temporada de playas el 25 de mayo, y trabaja en un borrador que será enviado al Gobierno central. Es importante dejar claro el aforo, la distancia de seguridad, los horarios y el control de los accesos. También quiere diferencias entre playas urbanas y no urbanas, donde es más difícil controlar los aforos. Pero, por muy bien que se concilie la seguridad con la economía y se coordinen las administraciones, si no impera la responsabilidad individual será muy complicado evitar nuevos contagios.

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