T RES lustros contemplarán, a final de este mes, la trayectoria del Museo Picasso Málaga, la pinacoteca más importante de Andalucía por número de visitas y que supuso el ansiado reencuentro del genio con la ciudad que le vio nacer un 25 de octubre de 1881. El acontecimiento se celebrará mañana con la inauguración de una exposición que reivindica las raíces del artista, en la que estará acompañado por figuras de la talla de Velázquez, Goya o Zurbarán, entre otros. El colofón a una año en el que, de nuevo, se espera superar el registro de afluencia anterior, con más de 635.000 personas en 2017. Y que también ha permitido comprobar los posibilidades de esta institución cultural con la producción de la exposición temporal Andy Warhol. El arte mecánico, comisariada por el propio director artístico del Picasso, José Lebrero, con la colaboración de La Caixa, lo que permitió que la muestra llegara también a Madrid y Barcelona y recabara casi 600.000 visitantes.

El Picasso fue el principio de la Ciudad de los Museos, como ahora se conoce a Málaga. Y 15 años después constituye su principal referencia cultural y lo que la distingue, aunque afortunadamente se han sumado muchas más. Así que, una vez más, hay que agradecer la apuesta y el compromiso de los dos principales valedores de este proyecto que hoy es una realidad incontestable: Bernard y Cristine Ruiz Picasso, nieto y nuera del artista. En este escenario hay que encarar el futuro con optimismo, pero también es necesario trabajar para mejorarlo. Aunque sólo se ha insinuado y el alcalde de Málaga lo defiende desde 2016, es evidente que el actual espacio se ha quedado pequeño y es necesario estudiar las posibilidades de su ampliación. Picasso, a día de hoy, sigue siendo un valor seguro por el que la Junta debe seguir apostando.