Personajes con sabor

Eduardo García, una vida sin "tiempos muertos"

  • El presidente del club baloncesto Unicaja nos ofrece una visión del deporte malagueño en la cita que organizamos en el restaurante Boca Llena, en Teatinos

Tengo que decir que este encuentro con Eduardo García López, presidente del club baloncesto Unicaja, ha sido algo muy especial para mi. En primer lugar porque se trata de una persona a la que conozco hace años y tengo mucho afecto, y por otro, el más importante, que tenía muchas ganas de que conociésemos al hombre que hay detrás de tan importante cargo. Después de varias horas de charla paso a narrar el resultado. Seguro que no deja indiferente a nadie.

El RESTAURANTE

En el interior del restaurante. En el interior del restaurante.

En el interior del restaurante.

Merecía tan especial encuentro un lugar de la máxima categoría como es el restaurante BOCA LLENA en pleno corazón de Teatinos. Un espacio gastronómico singular, en continua evolución, en manos de un equipo capitaneado por Fali Sánchez, propietario y coordinador general del establecimiento y apoyado en un pilar fundamental como es el chef Diego René. Este alicantino, formado en los fogones de Martín Berasategui y María José San Juan, no deja de sorprender a propios y extraños con sus originales y bien trabajados platos. Ahora les cuento, pero adelanto ya mi felicitación a Fali y todo su equipo: joven dinámico y creativo, algo muy premiado en todos los terrenos profesionales y que no iba a ser menos en la restauración.

EL INVITADO

¿Saben ustedes de esas personas que uno se puede pasar horas oyendo hablar? Ese es el caso de Eduardo García, y sin embargo no es precisamente un hombre que destaque por un exceso de locuacidad, pero tratándose de hablar de Málaga, del baloncesto, del deporte en general, todo el tiempo es poco. Y le pregunté por qué fue el elegido, van a hacer ocho años, como presidente del club de baloncesto más importante de Andalucía y de los primeros de España y de Europa. "Mi vinculación con el baloncesto me viene desde hace cuarenta y muchos años. Empecé a competir con diez u once años. Eran otros tiempos. Me quedé un poco bajito para lo que pretendía, pero me hice entrenador".

Después de años vinculado a este deporte, participaría en la creación de lo que hoy es el Unicaja baloncesto. "Efectivamente, tuve la suerte de estar en el embrión del proyecto que conduciría al Unicaja, y para ello la fusión de Maristas y Caja de Ronda fue imprescindible". Y hoy en día… "Hoy Unicaja baloncesto es un club de referencia en España y en Europa. Hemos alcanzado las más altas cotas deportivas".

Uno se imagina que todo no será de color de rosa, y Eduardo, poco dado a esquivar ningún tipo de preguntas me responde: "Nunca he estado en las nubes por haber ganado los importantes títulos conseguidos, el último la Eurocup del año pasado, pero esto no quiere decir que no hayan sido muchas las "faltas personales" recibidas a lo largo del camino. Hay que mirar siempre adelante y pasar página". Palabras inteligentes de un hombre que lleva sobre sus espaldas la presión de una misión tan compleja, tan dura y a la vez tan gratificante, ilusionante… "Lo más triste es cuando lees u oyes cosas que no se corresponden con la realidad. Soy una persona sensible y ese tipo de cosas no me resbalan. Prefiero que todas las críticas se centren en mí antes que a cualquiera de las personas que confirman el club. Es mi trabajo. El presidente está para apaciguar los momentos difíciles para que todo fluya".

Y hablamos de la parte social de este deporte: su reflejo en la juventud, en los más jóvenes. "Estamos muy orgullosos de todos los equipos de nuestra cantera, tanto masculinos como femeninos. Estoy personalmente muy orgulloso de la Escuela de Padres creada en nuestras instalaciones de los Guindos. Queremos ayudar a los padres a educar a sus hijos, a través del deporte, entre otras formas". Solo hay que mirar las clasificaciones, tanto provinciales como regionales para comprobar el nivel de los equipos de la escuela de baloncesto, y de vez en cuando surge alguna perla." Una no, unas cuantas. En este, como en cualquier otro deporte, es muy difícil llegar a la élite, pero ahí tenemos el caso de Alberto Díaz, para nosotros el claro ejemplo de lo que pretendemos: la humildad, la constancia, el tesón, son los valores que atesora este chico criado en la cantera del club y que va a llegar aún mucho más lejos de lo que ya ha llegado".

Cuando Eduardo García habla especialmente de la juventud, del futuro de la sociedad sus ojos se iluminan. Son muchos los años que lleva conviviendo con jugadores y sus padres, sus familias y su entorno social y esto a veces se hace duro. "La gestión de un presidente no puede poner en riesgo la viabilidad del club. Claro que soy consciente que la afición a veces se decepciona porque esperaba otras cosas, y yo mismo, como aficionado a este bello deporte también, pero la viabilidad del proyecto debe estar por encima de los deseos del presidente, o de su equipo de trabajo, incluso de los de la afición. Es duro, pero hay que tomar decisiones…" Desde luego que a nadie le quede la menor duda de que estamos en manos expertas en el manejo de esta nave del baloncesto malagueño.

LA COMIDA

Si por algo destaca, entre otras cosas, este magnífico restaurante, es por la continua renovación y evolución de sus platos. Lo he comentado alguna vez: un plato, cualquiera, que parte de una formula y va evolucionando con el tiempo, es un plato que está vivo. Esto es lo que consigue el restaurante Boca Llena con su estudiada carta.

Uno de los platos. Uno de los platos.

Uno de los platos.

Llevábamos un buen rato de charla cuando Fali Sánchez nos abrió mesa con un combinado de jamón cinco jotas y queso de oveja, extraordinario. Lo acompañamos con una copa de vino blanco Carlos Moro, sobre todo por los platos que le siguieron a continuación: Ensalada rusa - especialidad de la casa que no se pueden perder - con granada, aceitunas negras deshidratadas y una fina emulsión de zanahoria y guisantes.

Todavía estábamos paladeando la ensaladilla cuando fuimos sorprendidos por un plato de pulpo frito sobre tartar de aguacate y avellanas al curry, un plato sabroso e imaginativo. Mientras disfrutábamos de tan extraordinarios platos, le pregunté a Eduardo por el equipo de esta temporada. "Creo que está siendo una temporada durísima. Hemos tenido muchísimas semanas de cuatro partidos. Imagina jugar un domingo en Málaga, el martes en Moscú, el jueves en Tel Aviv y el sábado en Bilbao.., pues cosas así ha tenido que vivir el equipo". Pero eso a la afición le encanta, al propio club … " Sí, sí, está claro, pero a veces nos ha pasado factura en partidos que a priori eran de los llamadas "fáciles", aunque no hay nada fácil".

Uno de los platos. Uno de los platos.

Uno de los platos.

Y hablando de comer, continuamos disfrutando de nuestra comida con unos dados de cochinillo en compota de manzana y ensalada de rúcula. Sencillamente magistral. Si a eso le unimos una copa de vino tinto Matarromera, seleccionado como siempre por Bodegas Lara, el éxito estaba garantizado. Un albondigón de rabo de toro con espuma de patatas y aceite de trufa y unas vieiras sobre un timbal de setas puso el cierre a tan extraordinaria muestra gastronómica.

Declinamos los postres aunque recomendamos probarlos todos. Son verdaderas exquisiteces. Mientras tomamos café, y sin abandonar nunca nuestra conversación quiso Eduardo enviarle un mensaje a todos los chicos y chicas que aman el baloncesto y lo practican en cualquier parte de la provincia: "Invito a todos a que vengan a las instalaciones de los Guindos, que los recibiremos con los brazos abiertos. Que se diviertan jugando y vivan el deporte". Y a la afición que vibra cada partido con su equipo. "Pues a la afición sencillamente lo que hacen siempre, que disfruten con el equipo, con su equipo".

Le pregunté por, como entrenador que fue, qué se puede hacer cuando faltan uno o dos segundos y depende del acierto de una jugada para ganar el partido. Su respuesta no puede ser más sincera. "Pues, al margen de todo lo deportivo, de estrategias y todo eso, rezar a la Virgen. Es lo que queda cuando dependemos de que la pelota entre". Respuesta más humana no puede darse. Mi agradecimiento a Eduardo García por sus sinceras y clarificadoras declaraciones. Un hombre que vive la vida de un tirón, "sin tiempos muertos".

Los vinos

Blanco: Carlos Moro

Gran vino blanco de Rueda. Un vino fresco y elegante que nos acompañó en todos los entrantes, fríos y calientes, con la precisión de lo bien hecho.

Tinto: MatarromeraExcelente vino mono varietal, de la Ribera del Duero, de especialidad tempranillo, sabroso y magnifico de estructura. Lo disfrutamos con carnes variadas y marisco cocinado. Un gran acierto de las bodegas Matarromera.

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