El Ayuntamiento cierra las terrazas de siete bares de Puerto Marina

La polémica vuelve a Puerto Marina, aunque esta vez tiene como protagonista a las terrazas de siete establecimientos ubicados en el recinto portuario de Benalmádena. Ayer el Ayuntamiento decidió cerrar las terrazas de siete locales de esta zona por incumplir una orden del año 2002 de la Junta de Andalucía que regula los horarios de los establecimientos públicos.

El alcalde, Javier Carnero, explicó que en dicha orden se recoge que las discotecas no pueden tener terrazas, puesto que este tipo de instalaciones "sólo se permiten en locales que cuenten con licencia de cafetería".

Sin embargo, esta clausura no ha sentado nada bien a los propietarios de los locales, que no dudaron en mostrar su indignación ante el propio alcalde. De hecho, el dueño de Maracas, José Antonio García, uno de los establecimientos afectados por el cierre, explicó que las terrazas funcionan como "veladores", al no contar en ellas con música. "Nosotros llevamos 17 años con esta actividad, por lo que nos preguntamos por qué se nos está cobrando por algo que no se permite", dijo el propietario.

En este sentido, García explicó que hace apenas dos meses abonó alrededor de 7.000 euros por esta terraza, en concepto de ocupación de vía pública, una cuantía que paga cada año por tener un recinto de alrededor de 50 metros cuadrados.

Los propietarios de los otros bares informaron de que abonan cada año cifras similares y que disponen de autorizaciones de la comunidad, por lo que la medida ahora tomada puede acabar con el despido de un centenar de trabajadores.

Pero Carnero fue mucho más allá en sus explicaciones, al detallar que la imposibilidad de tener terrazas en discotecas se comunicó a los propietarios el pasado mes de agosto. En el decreto realizado se les instaba a desmantelar las terrazas y retirar el mobiliario, "siempre que siguieran manteniendo la licencia de discotecas, como así ha sucedido", según advirtió el regidor. Además, en la reunión mantenida ayer, Carnero señaló que hay dos posibles soluciones, cambiar las licencias de discotecas a cafeterías para mantener las terrazas o renunciar a las instalaciones del exterior. "Es muy importante que Puerto Marina mantenga su oferta de ocio actual, pero en unos parámetros en los que pueda convivir sin molestias con los residentes de la zona", dijo el regidor.

Sin embargo, las opciones no fueron bien vistas por los empresarios, pues aseguraron que si cambian su licencia por otra de cafetería no podrían tener música dentro del local. "Nos están ofreciendo una licencia por otra, pero nosotros queremos soluciones".