Un sondeo ha provocado el cese de Juan Fraile al frente de la delegación municipal de Obras del Ayuntamiento de Ronda. Así lo reconocía ayer el alcalde rondeño, Antonio Marín Lara, durante la rueda de prensa que ofreció para explicar la remodelación de gobierno que ha realizado. Además, también ha sido relevado de la tercera tenencia de alcaldía, para pasar a ser nombrado como responsables del área de Relaciones Institucionales.

La noticia saltaba a primera hora de la mañana de ayer cuando comenzaba a circular un intenso rumor sobre la decisión de Marín Lara. Todo quedaba confirmado por el propio Fraile, que explicó que el decreto de cese le había sido entregado por un agente de la Policía Local la tarde anterior. En cuanto a los motivos, no quiso realizar ningún tipo de valoración, limitándose a explicar que es el alcalde el responsable de dar y quitar las delegaciones.

En cuanto a las explicaciones, el primer edil justificó la medida en la necesidad de reforzar el área de Urbanismo de cara a los próximos meses, y ante la pésima valoración que darían los ciudadanos a esta gestión en una encuesta encargada personalmente por el alcalde. Además, también apuntó a la falta de tiempo del edil socialista para dedicarse de forma "plena" al ayuntamiento como pretende el regidor. Este hecho lo achacó a las "otras responsabilidades" que Fraile tendría fuera del Consistorio.

Por otra parte, se mostró descontento con la bicefalia que hasta ahora gestionaba el área, que estaba divida en Obras por un lado, y Urbanismo y Ordenación del Territorio por otra. Precisamente, la responsable de ésta última, María José Martín de Haro -no adscrita-, ha sido la persona elegida para hacerse con la delegación con mayor peso. "La duplicidad estaba dando una mecánica que no daba fluidez", dijo Marín Lara.

Por su parte, el secretario general del PSOE, Francisco Cañestro, respaldó la decisión tomado sobre la reordenación del equipo de gobierno. "El alcalde tiene el apoyo de la dirección del partido", señaló.

Rápidamente también llegaba la valoración desde las filas de la oposición. Los portavoces de PP e IU coincidieron en lamentar la decisión y calificaban como muy negativa la nueva crisis de gobierno.