El alcalde de Benalmádena, Enrique Moya realizó ayer una visita al litoral benalmadense para comprobar de primera mano su estado tras los últimos temporales acaecidos la semana pasada. De nuevo las playas de Santa Ana y Las Gaviotas han vuelto a ser las grandes perjudicadas, ya que la primera ha perdido casi la mitad de su anchura mientras que en la segunda los temporales han arrancado casi el 100% de la arena. Por todo ello, el alcalde volvió a insistir en la necesidad de que Demarcación de Costas lleve a cabo el proyecto de instalación de espigones semisumergidos, una iniciativa que según Moya, "ahorraría numerosos gastos que se realizan en las playas durante todo el año". Argumentó que Costas no tendría que afrontar las reposiciones de arena lo que conllevaría además "un ahorro de esfuerzos e inversiones".