Cuatro años conviviendo con el temor al derrumbe de su casa

Antonio Cantarero, más conocido en el pueblo de Pizarra en el que vive como Antoñito el Tano, lleva cuatro años de lucha para conseguir que le arreglen su vivienda. Este pizarreño de 54 años reside en uno de los inmuebles más antiguos de la localidad, situado en la Avenida La Fuensanta, junto a sus padres, que tienen 88 años y un estado de salud muy delicado.

Durante todo este tiempo el deterioro del edificio ha ido en aumento como consecuencia de las obras de construcción de una promoción de viviendas, locales comerciales y garajes justo en el solar contiguo a su casa. "Cuando la constructora comenzó las obras se empezó a caer la azotea, pero cuando utilizaron maquinaria para el pilotaje del edificio los problemas fueron a más y aparecieron grietas en los muros y me destrozaron la red de suministro de agua", explicó Cantarero.

Unos daños que también sufrieron los vecinos de la calle, ya que estas viviendas están hechas con piedra y barro y sus estructuras se sujetan unas con otras. Antonio indica que en estos años ha sufrido filtraciones de agua y humedades, así como desprendimientos de los muros de la casa. "Mi casa es antigua pero estaba muy arreglada; ahora dormimos con mucho miedo porque no para de crujir en toda la noche", comenta el vecino, que mostró su temor ante un posible derrumbe. "Al principio me dijeron que los daños no eran graves, pero después de tanto tiempo y, sobre todo, tras las lluvias de este invierno, ya dudo sobre la seguridad de la vivienda", concluyó.

Un problema al que nadie le da solución. En un primer momento, Cantarero dio a conocer los daños a la constructora, que le aseguró que le iba a arreglar la casa, lo que nunca llegó a producirse. Por ello, la familia acudió al Ayuntamiento de Pizarra, junto con otros afectados, donde mantuvieron una reunión con los responsables municipales y remitieron un escrito a la empresa para que se hiciera cargo de la reparación. "A partir de esta reunión todo quedó parado y nadie me da una solución", afirmó.

El afectado mandó hasta tres escritos al Consistorio advirtiendo de los daños que estaba sufriendo la vivienda. Desde finales de 2007, el Ayuntamiento estaba informado de que la constructora había micropilotado los cimientos de su casa, había intervenido en su tejado, de los desperfectos en el cuarto de baño y de la rotura de las redes de fontanería y saneamiento. Incluso el día 30 de julio de 2009, aprobó en Pleno, con el voto favorable de todos los partidos políticos, una moción de IU para que se mandara a los trabajadores municipales a solucionar los desperfectos más importante. "Esta moción no se ha ejecutado porque los informes técnicos no la avalan, según dice el alcalde", comentó Cantarero.

Antonio está en paro y no cuenta con recursos económicos para reparar los daños ni para iniciar un procedimiento por vía judicial contra la empresa. Por ello, ha comenzado a recoger firmas para reclamar la solidaridad de los vecinos y solicitar al Consistorio que sea sensible y que mande a los servicios operativos. A esta campaña ha respondido el pueblo, puesto que ya acumula 1.800 firmas, que serán entregadas en el Consistorio.