Denuncia un ataque homófobo en La Nogalera: “Se me echaron encima, con puñetazos y patadas hasta caer inconsciente”

Un hombre de 39 años ha denunciado ante la Policía Nacional haber sido víctima de una agresión homófoba en la zona de La Nogalera, el epicentro del ocio LGTBI en Torremolinos. Desde el anonimato, que quiere preservar por "miedo" a posibles represalias de los autores, asegura que fue atacado por tres jóvenes que lo golpearon, al grito de 'maricón', hasta dejarlo, por unos breves instantes, "insconciente". Estaba "sólo y muy nervioso". "Me puse a temblar, nunca había tenido problemas", asevera.

Los hechos ocurrieron hacia las 6 de la madrugada del jueves al viernes, cuando los bares de la conocida plaza ya habían echado la persiana. Faltaban unos 30 minutos para que llegaran los primeros trenes a la estación. "No quise esperar. Salí a buscar un taxi y se me acercaron tres chicos por detrás. Me dijeron: dame un trago, maricón de mierda. Les pregunté qué pasaba”, relata. No hubo, según su testimonio, más intercambio de palabras. Los agresores cruzaron la calle para alejarse mientras la víctima intentaba contactar con el conductor de Uber para que se apresurara en recogerlo. "Pensaron que estaba llamando a la Policía y, entonces, se me echaron los tres encima", asegura.

Y comenzó el desfile de golpes. Uno de los puñetazos que le propinaron en la cara le hizo "perder el conocimiento". "Caí al suelo, me dieron patadas en las costillas. Tengo un ojo morado y un hematoma en la cabeza", detalla. Cuando la víctima despertó, los agresores habían huido.

Dos personas, al percatarse de que estaba herido, acudieron a auxiliarle. "Me pusieron una venda, porque estaba sangrando, y me fui corriendo a la Comisaría para refugiarme; ellos me acompañaron", recuerda. Allí, tras alertar que había sufrido una "agresión homófoba", los agentes le aconsejaron que se dirigiera al centro de salud más cercano para que le atendieran de las lesiones y regresara, con el parte médico, y presentar la correspondiente denuncia.

Los agresores, según su versión, no eran habituales de la zona: “Nunca los había visto. Son bares pequeños, donde todos nos conocemos. No sé de dónde salieron. Uno de los chicos mediría 1,80, blanco, con barba, joven, de unos 24 o 25 años, estaba fuerte. El otro era más bajo y también con barba. El tercero no llegué a verlo. Fueron dos los que me agredieron”, sostiene.

Después acudió al Hospital Regional de Málaga, donde los sanitarios le practicaron más pruebas para descartar posibles fracturas. Contactó también con el Equipo de Atención a la Mujer, un recurso social especializado en la atención a la diversidad y delitos de odio, que, tras tener conocimiento, activó el Protocolo de Actuación en Delitos de Odio, ofreciéndole a la víctima "la atención, el acompañamiento y los recursos contemplados".

Las técnicas de la unidad han iniciado una investigación, recabando información y testimonios con el fin de esclarecer los hechos y determinar si existe motivación por odio. Una vez finalizado el trabajo, las conclusiones serán trasladadas a la autoridad judicial para su valoración, según han explicado.

La víctima confía en que la agresión, que considera homófoba, fuera captada por las cámaras de seguridad situadas en la esquina de una discoteca cercana. Su intención, con la difusión del caso, dice, es que se esclarezcan los hechos y se depuren responsabilidades. Nadie, apostilla, debería sentir "miedo" por su condición sexual.