La Fiscalía también solicitó alejamiento para el ex marido de Lina, asesinada tres semanas después en Benalmádena

La casa mata donde se produjo el crimen
La casa mata donde se produjo el crimen / Carlos Guerrero

Lina, según los primeros resultados de la autopsia, murió estrangulada sin protección, pese a la denuncia por amenazas que había presentado. No sólo ella había pedido una orden de alejamiento para su ex pareja, sino también la Fiscalía lo había solicitado el pasado 21 de enero al Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 3 de Málaga, además de la supresiónd las visitas. El Ministerio Público se sumó de esta forma a la petición de la propia afectada en su comparecencia ante el juzgado, que decidió rechazar la solicitud de protección. Fue asesinada unas tres semanas después.

Lina llevaba un mes en el sistema VioGén, pero no contaba con medidas de protección por tratarse de un caso inactivo. La solicitud, según argumentaba ayer el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), le había sido denegada porque la víctima no denunció malos tratos físicos. Aseguraba haber sufrido "amenazas, coacciones y vejaciones leves por parte de su presunto agresor", aunque le había levantado la mano sin llegar a golpearla. Los hechos denunciados se consideraron constitutivos de los delitos de amenazas, coacciones y un delito leve de vejaciones. La juez estimó que no existían los presupuestos necesarios para adoptar medidas cautelares más severas y se tramitó como un juicio rápido. En el sistema de seguimiento Viogén tenía catalogado el caso en riesgo medio.

De la investigación ya se ha hecho cargo Flor de Torres, fiscal delegada de Violencia contra la Mujer en Andalucía y Málaga, según han confirmado a este periódico fuentes del Ministerio Público.

El presunto homicida, ante el juez

Mientras tanto, el presunto homicida, detenido por su supuesta implicación en el crimen de Lina, ha pasado ya a disposición de la autoridad judicial competente, aunque todavía no se ha dado conocer qué medida ha adoptado el juez.

La pareja tenía en común tres hijos, menores, que presenciaron el asesinato de su madre la madrugada del sábado al domingo. Según el testimonio aportado a la Policía Local de Benalmádena por el mayor, de 11 años, el supuesto agresor había entrado en la casa hacia las 4:00. y, tras una acalorada discusión, comenzó a golpear a la mujer. Cuando los niños trataron de auxiliar a su madre, el padre, presuntamente, atacó a uno de los hijos con un puño americano con terminaciones puntiagudas, con el que también la agredió a ella. Después, presuntamente, la estranguló.

El cadáver de la mujer estaba carbonizado, lo que dificulta la identificación de algunas de las múltiples lesiones que sufrió, entre otros, en el cuello. Las pesquisas, no obstante, apuntan a que también había sido atacada con el arma. Asimismo, la Policía Nacional, que sigue indagando en el caso, trata de confirmar si el presunto autor hizo uso de algún combustible acelerante de incendios. La hipótesis que se maneja es que el individuo intentó borrar todos los vestigios que pudieran relacionarle con el crimen y, para ello, prendió fuego a la vivienda en la que se encontraba tanto su ex pareja como los tres hijos. Lina podría haber perecido estrangulada poco antes de que el fuego abrasara su cuerpo. La data de la muerte está pendiente del informe definitivo del examen forense.

"Era la crónica de una muerte anunciada", advertían ayer a este periódico fuentes policiales consultadas. La familia, por su parte, calificó el asesinato de "error judicial", porque Lina manifestó, al parecer, que tenía miedo. Su deseo era "cambiar la cerradura de la vivienda". El fin de semana, fue asesinada.

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