Del mundo de las leyes a la alta costura

Tras trabajar en un despacho de abogados, Javier Jiménez decidió montar su propio taller

Javier Jiménez, en su taller de Ronda.
Javier Flores Ronda

ronda, 18 de agosto 2013 - 05:01

Del mundo de las leyes a la moda de alta costura. Ese fue el radical giro que tomó la vida del rondeño Javier Jiménez, que tras estudiar Derecho y comenzar a trabajar en un despacho de abogados, decidió dedicarse a lo que de verdad le apasionaba: el diseño. Tras lanzarse a esta nueva aventura, lleva dos años trabajando en una importante sombrerería de Sevilla, un trabajo que compagina con su actividad como diseñador en su taller de Ronda. Gran parte de culpa de esta decisión la tiene su abuela, que regentaba una boutique de moda a la que Jiménez se escapaba en cuanto podía. "Salía del colegio y me iba con ella, y también la acompañaba a comprar ropa a Madrid, Barcelona…", recuerda en su taller, donde recibe a Málaga hoy rodeado por algunos de sus diseños. Por eso, ni su familia ni sus amigos se sorprendieron lo más mínimo cuando decidió dar este paso: "No es que dejara las leyes de lado de un día para otro, pero veían que cada vez aceptaba más encargos en mi tiempo libre".

Madrinas, novias o flamencas han llamado ya a la puerta de este emprendedor para confiarle sus vestidos de alta costura, un término que, pese a que reconoce que "se usa muy a la ligera", tiene su fundamento: "Yo lo considero alta costura porque todo está hecho a mano: los bordados, el teñido de las telas... Cada pieza es única y requiere un proceso especial". Además, su inquietud creativa le ha llevado también a diseñar líneas de bisutería, sombreros y tocados.

Ahora, Jiménez acaba de enfrentarse a un nuevo desafío: el diseño de un traje de Goyesca para una de las damas de este año, Julia Mira. "Es un reto muy grande, porque tienes que documentarte mucho, estudiar cómo vestía la mujer de la época y ver en qué estilo vas a encajar a tu goyesca", explica. Pese a la dificultad del encargo, no dudó ni un momento a la hora de aceptarlo: "La madre de Julia es clienta mía desde que empecé, y siempre me decía que cuando su hija fuera Goyesca sería yo quien le diseñara el traje".

Pese a que los trajes de las jóvenes que representarán a la mujer rondeña durante la Feria de Pedro Romero permanecen siempre en secreto hasta que se muestran por primera vez en el acto del pregón y la imposición de medallas, adelanta que "no es un traje, sino cuatro trajes en uno". Esto se debe a que, cambiando ciertos elementos, el traje "irá evolucionando" según el acto al que asista la dama goyesca. "Al principio será muy afrancesado, y luego irá cambiando hasta ser más propio de una maja, que eran trajes muy goyescos, muy castizos", apunta.

Este deseo por innovar chocaba a la hora de concebir el diseño con los inamovibles cánones establecidos en aquella época, por lo que Jiménez ha tratado de ser lo más respetuoso posible con la historia. "Si innovas demasiado ya deja de ser un traje goyesco y se convierte en una fantasía del diseñador, así que tienes que buscar el equilibrio". Otra de las grandes dificultades ha sido encontrar los materiales necesarios para confeccionar el atuendo, "muy escasos", lo que ha llevado al modisto rondeño a recorrer tiendas especializadas de Sevilla.

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