Un padre y su hijo se vuelcan para apagar un incendio que quemaba la casa de una vecina en Guaro: "El miedo nos dio valor"

El fuego se habría originado, según estos vecinos, en el split de un equipo de aire acondicionado instalado hacía tres semanas

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El virulento incendio que devoraba una casa en Guaro

Mangueras, extintores y cubos. Toda ayuda parecía insuficiente para frenar el avance de las llamas de un virulento incendio que devoraba una vivienda, de dos plantas, en Guaro, en la comarca de la Sierra de las Nieves. Los primeros en inmovilizarse fueron Juan Fran Guzmán y su padre, que viven cinco casas más arriba. Sin titubear y con el torso desnudo, se adentraron en el inmueble afanados en sofocar el fuego, a la espera de la llegada de los bomberos. "El miedo nos dio valor. No lo pensamos", reconoce el hijo en declaraciones a este periódico.

Era la tarde-noche de este pasado domingo. Ambos acababan de regresar del trabajo y se disponían a darse una ducha, cuando su madre, mientras regaba en la puerta, los alertó de los gritos desesperados de una vecina que asistía a una escena aterradora: su casa se echaba a arder. "Bajamos corriendo la cuesta; no sabíamos lo que ocurría ni si había alguien dentro, porque -la dueña de la casa- estaba en shock", relata el joven, de 22 años.

Al llegar, padre e hijo descubrieron que salía humo por la ventana de uno de los dormitorios. En minutos, las llamas ya cubrían los accesos de la vivienda, situada en calle Rodahuevos, donde residía una mujer con sus dos hijos, uno de ellos menor de edad. A su lucha particular se sumaron "cuatro o cinco vecinos más" implicados en poner a salvo la casa en llamas. "Si no entramos, se habría propagado por todas las viviendas correlativas, que están pared con pared", asegura Juan Fran.

Pero, "una hora después", la "magnitud" del incendio era tal que tuvieron que abandonar. "Ya no nos dejaba acercanos. Intentamos apagarlo desde fuera; era complicado con la manguera que teníamos", narra. Entonces acudieron los bomberos. Una dotación del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) perteneciente a Coín continuaba con la extinción del fuego y las tareas para refrescar y ventilar el inmueble dañado, en una zona de difícil acceso.

Estado en el que quedó el interior de la vivienda de Guaro
Estado en el que quedó el interior de la vivienda de Guaro

Por fortuna, en palabras de este vecino, "no había nadie dentro", porque los bomberos, al llegar, "sólo habrían podido certificar la muerte". "Dieron vueltas por el pueblo hasta que encontraron la calle. Había, además, vehículos mal aparcados que lo dificultaban todo", sostiene el joven. Reconoce que, sin las labores de los vecinos, las consecuencias habrían sido mayores.

El fuego se habría originado, según el testimonio de este vecino, en el split de un equipo de aire acondicionado "instalado hacía menos de un mes". Afectó a dos habitaciones y pasillos de la tercera planta. "Dos habitaciones quedaron completamente quemadas y otra empezó a calcinarse. El cuarto en el que entré con mi padre estaba devastado, con el techo caído y las paredes rotas", describe Juan Fran. Dos personas, entre ellas un vecino que había colaborado en las tareas, tuvieron que ser atendidas en el lugar por inhalación de humo.

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