La familia Losantos, propietaria de la bodega rondeña Doña Felisa, ha anunciado el inicio de las obras de construcción de la que será su segunda bodega y que se situará en una parcela de 22 hectáreas de viñedos situados en la carretera entre Ronda y el yacimiento romano de Acinipo.

El proyecto supondrá una inversión de 4 millones de euros y ha sido calificado por sus responsables como el “más importante de Andalucía” tras la recuperación de la normalidad en el sector.

Además, aseguran que se trata de una clara apuesta por la sostenibilidad del medio, mediante la utilización la última tecnología en energías renovables y así desconectarse de la red, introduciendo “novedosos sistemas de conducción del viñedo” y a su vez, recuperando la tradición de la viña en vaso, en función de la mejor adaptación al terreno; e incluso una estación meteorológica propia, que informa en tiempo real de las condiciones climatológicas y pluviometría de sus fincas. 

El proyecto contará de dos fases, una dedicada estrictamente a la elaboración y crianza de vinos, con una planta especializada en la elaboración, crianza y degüelle de blancos y espumosos. Y una segunda fase dedicada estrictamente al emergente enoturismo de la zona y ampliación de oficinas de la empresa familiar. 

Actualmente Bodega Doña Felisa produce unas 250.000 botellas al año y espera tener capacidad de alcanzar el medio millón de botellas con sus nuevas instalaciones, siendo así un referente entre los productores de vinos de calidad de Andalucía. 

La bodega cuenta en el mercado en estos momentos con referencias como Mercure, Cloe, y Encaste, Seis + Seis, Chinchilla o Doble 12 para comercializar esta producción.

Gema Alonso y José María Losantos iniciaron hace 20 años esta bodega como un proyecto “muy personal”, aunque con el paso del tiempo evolucionó y decidieron profesionalizar el negocio y construir la bodega. En la actualidad la segunda generación de la familia también trabaja en el proyecto y sus dos hijas Sara y Julia se han incorporado al mismo.