Nutrición y Bienestar

Estos son algunos de los consejos de la OCU para evitar que el mercurio de los pescados y mariscos provoque problemas

Los pescados con más contenido de mercurio pueden ser nocivos para la salud

Los pescados con más contenido de mercurio pueden ser nocivos para la salud / Getty images

La Agencia de la Seguridad Alimentaria (AESAN) ha alertado sobre el riesgo que supone para la salud la presencia de mercurio en los pescados, que son a la vez alimentos necesarios para muchas personas que busquen seguir una alimentación equilibrada. Por su parte, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se ha publicado una serie de recomendaciones para evitar problemas con este metal pesado y cuando se consuman pescados y mariscos.

Las recomendaciones de la OCU

El mercurio que contamina el agua llega al pescado y al marisco y una vez capturado y puesto a la venta, puede llegar a las cocinas. Los pescados grandes y predadores, como el atún rojo o el pez espada son los más propensos a acumular este metal. 

Por ello, para evitar problemas derivados de consumo de niveles excesivos de mercurio, desde la OCU recomiendan introducir variedad de pescados en la dieta y alternar entre ellos. 

También se aconseja que los colectivos más sensibles eviten el consumo de ciertos productos. De esta forma, y según el análisis realizado por la propia OCU, se debe reducir el consumo de pescados como: el atún rojo, el pez espada y los tiburones tintorera y marrajo o el cazón, son algunos de los pescados en los que se encuentra más concentración de mercurio.

En el otro lado de la balanza se encuentran los moluscos bivalvos (mejillones y almejas), los cefalópodos como el pulpo o el calamar, los langostinos y pescados como el salmón y el lenguado. Estos son, según el análisis de la OCU, algunos de los productos que se encuentran en supermercados y mercados españoles y que cuentan con unos niveles más bajos de mercurio.

Las recomendaciones de la AESAN

Desde la AESAN realizan recomendaciones para los adultos sanos, como priorizar los pescados de menor tamaño (ya que suelen tener menos concentración de mercurio). También aconsejan de forma general reducir la cantidad de pescados grandes y predadores (que tienden a tener una mayor presencia de este metal) en la dieta y alternar con otros menos contaminados.

En el caso de población sensible, como niños y niñas por debajo de los 10 años y mujeres que están o intentan quedarse embarazadas o dando el pecho, la recomendación es no comer pescados grandes.

Y para aquellos mayores de 10 años y adolescentes, la recomendación de la AESAN es la de no superar un máximo mensual de 120 gramos de los peces que pueden tener una mayor concentración de mercurio.

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